Polonia atisba las semifinales y Noruega da un paso atrás

La selección de Polonia atisba ya las semifinales del Europeo, tras imponerse hoy por 32-27 a la de Bielorrusia, en una jornada en la que Noruega, la gran sensación del torneo, dio un paso atrás en sus aspiraciones de pelear por las medallas al empatar (31-31) con Macedonia.

Un empate que obligará a los nórdicos a vencer el próximo miércoles (18:15) a la todopoderosa Francia, vigente campeona olímpica, mundial y continental, para acceder a la lucha por el podio.

Polonia se asegurará un puesto en las semifinales y como primera de grupo si vence a una Croacia ya sin opciones de progresar de ronda.

Para ello, la selección polaca volverá a confiar en la efectividad del cañonero Michael Jurecki, que lideró con sus nueve goles una cómoda victoria (32-27) local en un encuentro que los de Michael Biegler dejaron ya encarrilado (19-13) al llegar al descanso.

Una clara victoria favorecida por la lesión de Siarhei Rutenka, que apenas transcurrido un minuto y medio de juego tuvo que abandonar la pista lesionado, dejando sin su principal referencia al conjunto bielorruso.

Polonia no lo desaprovechó y sumó, de la mano de Jurecki y del portero Slawomir Szmal, que cerró el choque con más de un cuarenta por ciento de paradas, dos importantes puntos que dejan a los anfitriones a las puertas de las semifinales.

Mucho más tendrá que mejorar el conjunto noruego, que este lunes sufrió lo indecible para rescatar un empate (31-31) ante una Macedonia que llegó a disponer de una renta de hasta cinco tantos (25-20) mediada la segunda mitad.

La selección noruega, que careció hoy de la brillantez que le permitió vencer a equipos de la talla de Croacia o Polonia, se vio lastrada por la gris actuación de sus porteros, que cerraron el choque con un total de seis paradas.

No lo desaprovechó el lateral macedonio Kiril Lazarov, elegido mejor jugador del encuentro, que martilleó una y otra vez la portería noruega hasta contabilizar un total de once goles, tras fallar únicamente tres lanzamientos.

Entre ellos, el último que pudo dar la victoria al equipo balcánico y que se estrelló contra los brazos de la defensa de la selección noruega, que de este modo salvó un punto que le permite seguir dependiendo de ella misma para alcanzar por primera vez en su historia las semifinales de un Europeo.