NFL | San Francisco 49ers
Con Chip Kelly, ahora es todo o nada para los 49ers
El fichaje del exentrenador de los Eagles no es perfecto, pero es exactamente lo que San Francisco necesitaba para probar al resto de la NFL que han aprendido con sus errores.
El peor ciego es aquél que no quiere ver.
El año pasado, los aficionados de los San Francisco 49ers estaban ilusionados con la posibilidad de tener a un entrenador joven y prometedor, como Adam Gase o Todd Bowles, o un personaje histórico del club, Mike Shanahan, para asumir el puesto vacante de Jim Harbaugh. Estos tres nombres eran los que nos vendían casi toda la prensa estadounidense como favoritos para el puesto.
Casi, porque existía un reportero llamado Matt Maiocco, de la cadena CSNBC Bay Area, que insistía en que el favorito era un tal Jim Tomsula, entrenador de línea defensiva del equipo durante casi ocho años.
Este año, cuando San Francisco anunció que echaba al pobre dueño del taller, Maiocco dijo en un programas de televisión que la franquicia planeaba mantener a Tomsula, pero que “algo había pasado en la última semana de la temporada y que les hizo replantear la idea”.
“¿Qué cree usted que ha pasado para que cambiaran de idea, Matt?”, preguntó el presentador de la CSN al reportero que lleva casi dos décadas en la cobertura diaria de la franquicia californiana.
“Chip Kelly”, dijo. “El hecho de que los Eagles hubieran echado a Chip Kelly ha cambiado la dinámica de los despachos en Santa Clara. Creo que él es favorito para sustituir a Tomsula”, afirmó Maiocco el pasado 3 de enero, cuando nosotros – y el resto de la prensa estadounidense - barajábamos teorías especulativas que incluían a Sean Payton, Hue Jackson, Mike Shanahan, Adam Gase, Mike Holmgren o Tom Coughlin como candidatos para hacerse cargo del vestuario de los San Francisco 49ers.
No hicimos caso a Maiocco.
Ni a Las Vegas.
En Estados Unidos hay un refrán que dice que si uno quiere saber lo que va realmente a suceder en un evento deportivo, no debería consultar a un comentarista, especialista o tertuliante y sí a un booker de Las Vegas.
Resulta que los casinos y webs de apuestas tenían a Chip Kelly favorito absoluto para ir a San Francisco desde el principio:
El que yo y casi todo el mundo pensábamos que sería el entrenador, Sean Payton, era el último, o sea, el que más dinero pagaba por apuesta.
No es que los 49ers no estaban interesados, seguro que sí y mucho.
Pero los listos de Las Vegas lógicamente no daban crédito de que los New Orleans Saints dejarían salir libre a su superentrenador ni que San Francisco pagaría la compensación absurda que pedían por él en Louisianna.
Todas las señales de que el elegido era Chip Kelly estaban delante de nuestros ojos y no la quisimos ver.
Según Mike Silver, reportero de NFL Network y gran amigo de Hue Jackson, el coordinador ofensivo de los Bengals se entrevistó cinco horas con el General Manager, Trent Baalke, y salió sin una oferta de empleo. Y no volvió a tener noticias de los despachos de Santa Clara. Acabó firmando por los Browns.
Mike Shanahan se entrevistó el pasado martes, un encuentro más corto, pero no hacía falta mucho ya que el año pasado Baalke y él estuvieron reunidos más de siete horas. Probablemente, fue un encuentro para actualizar las informaciones y los planes ante una situación nueva.
Tomsula era desechable. Payton, una utopía. Shanahan y Jackson, comodines.
El elegido, desde su salida de Philadelphia, era Chip Kelly.
Pero si a Chip Kelly le han echado el día 29 de diciembre, los 49ers se deshicieron de Jim Tomsula el día 3 de enero y Payton anunció que no se iba de los Saints el día 6, ¿por qué diablos San Francisco ha tardado tanto para anunciar su nuevo entrenador?
Se supone que por lo que ha pasado la última temporada en Philadelphia.
Los San Francisco 49ers necesitaban tiempo para investigar a fondo la situación, hablar con representares de jugadores y alrededor de la liga para estar seguros de que no habría un rechazo hacia la figura de Chip Kelly y que sus meteduras de pata como general manager este último año no perjudicaba su valor sencillamente como entrenador.
Ayudó y mucho que Kelly tuviera un aliado dentro de los despachos de Santa Clara y que vivió muy de cerca el culebrón de los Eagles.
Tom Gamble, actual jefe de personal del equipo minero, era el mayor aliado de Chip Kelly en los despachos de Philadelphia, donde estuvo dos años como asistente de personal antes de que, en diciembre de 2014, fuera una de las víctimas de las batallas por poder entre el GM, Howie Roseman, y el ahora entrenador de los 49ers. Gamble está considerado uno de los mejores ojeadores de la liga y todas las informaciones sugieren que él fue uno de los que más esfuerzo hizo para que San Francisco fuera a por todas detrás de Chip.
No te dejes engañar: Chip Kelly es un gran entrenador.
Es un genio imaginativo del football ofensivo, un visionario, que revolucionó el fútbol americano universitario al transformar la mediocre Universidad de Oregón en una potencia nacional.
Ahí sufrió sólo cinco derrotas en cuatro años, conquistando 44 victorias y llegando las finales de la BCS en todos estos años.
Oregon no llegaba a un Rose Bowl desde 1917.
Sólo cuatro entrenadores universitarios tienen más victorias que derrotas en la NFL los últimos 20 años.
Chip Kelly es uno de ellos.
Llegó a unos Eagles que habían ganado sólo cuatro partidos la temporada anterior y, en su primera temporada conquistó 10 victorias, mismo número de la segunda.
Este es el Chip bueno.
El Chip malo lo vimos en su tercera temporada en Philadelphia, la pasada, cuando él asumió la función de general manager y destrozó una plantilla que los Eagles tardarán años en arreglarla.
Su ego es un mastodonte.
Su relación con la prensa, pésima.
Su sistema ofensivo obliga que sus defensas tengan que trabajar el doble que las de un equipo normal, lo que suele generar insatisfacción en parte del vestuario.
Pero, si los San Francisco 49ers querían probar a sus aficionados y a la NFL que van en serio y que han aprendido la lección con el despido de Jim Harbaugh y el fichaje de Tomsula, Chip Kelly es el nombre ideal.
Kelly es el anti-Tomsula y su personalidad e histórico se asemejan mucho a la de Harbaugh.
Haberle fichado demuestra que el propietario, Jed York, aprendió que los entrenadores buenos de esta liga no suelen ser buena gente. Que tienes que aceptar quienes son y dejarles trabajar si quieres tener éxito en la NFL.
Chip Kelly llega para entrenar, lo que hace mejor, y no tendrá poder de personal, lo que hace peor. Y la tendencia es que este equipo sea competitivo desde el primer día que él pise el centro de entrenamiento de Santa Clara.
Lo que nadie puede predecir es si será sostenible y si su sistema puede ir más allá de 10 victorias en la NFL. Si puede ser competitivo en los Playoffs ante las mejores defensas y en temperaturas invernales del medio oeste estadounidense. Hay gente que cree que no. Pero MUCHA gente que cree que sí.
El fichaje de Chip Kelly no es perfecto, pero es exactamente lo que los 49ers necesitaban en este momento. Es un fichaje agresivo, osado y polémico. Que puede salir muy mal y terminar implosionando, como pasó con Harbaugh.
Bien o mal, lo que a mi lo que más me gusta es que Jed York y los 49ers se hayan mojado.
Si va a salir bien o mal, ya veremos. Pero San Francisco ha asumido un riesgo. Y, sin riesgos, es prácticamente imposible alcanzar grandes resultados en el deporte de alto nivel.