¿Por qué los grandes apenas se están moviendo en el mercado?
Cuando nos encontramos casi en época navideña, sorprende ver el escaso movimiento que se ha producido en la agencia libre por las grandes franquicias.
Creo que si en algo podíamos estar de acuerdo todos los aficionados de la MLB de cara a la “offseason” que se nos echaba encima, es que la relación de grandes agentes libres que habría en el mercado nos daría mucho juego durante las semanas y casi meses (dependiendo de cuánto estirarán el chicle los agentes) sobre las distintas posibilidades que se podrían dar si ese jugador o el otro recalaba en tu equipo preferido o en el máximo rival.
Cuando en una misma pretemporada tienes totalmente libre a gente tan capaz como David Price, Zack Greinke, Jason Heyward, Johnny Cueto y demás, se espera que los titulares no escaseen.
Bienvenidos al curso 2015-2016 de la agencia libre en la Major League Baseball.
Es cierto que si ha habido una parcela en la que se ha movido el asunto ha sido sobre el montículo. Ya sea como pitcher titular o relevista, especialmente en el primer caso, este curso está siendo muy, muy positivo si te llamas David Price, Zack Greinke, Johnny Cueto, Jordan Zimmerman o incluso Jeff Samardzija, para el que ser el peor lanzador titular de la Liga Americana en efectividad (4.96 ERA) no ha sido un obstáculo para que los Giants inviertan 90 millones en él.
Sin embargo, todo esto no se está produciendo en el mundo de los jugadores de posición y es sangrante cuando piensas en los outfielders, en los exteriores que patrullan por fuera del diamante.
Si en un curso como el actual cuentas con Yoenis Céspedes, Justin Upton, Chris Davis, Alex Gordon o Dexter Fowler por mencionar algunos casos, se espera y desea que la situación haya estado muy movida de cara a aclarar este panorama.
Cuando es 19 de diciembre del 2015, los jugadores mencionados no han firmado todavía ningún contrato y eso es lo más sorprendente.
Sinceramente, todos los pronósticos apuntaban a que, una vez se desbloqueara la situación de Jason Heyward y encontrara destino, las distintas piezas irían cayendo por sí mismas.
Pero esto no es lo que ha ocurrido y los tiempos en los que los equipos ponían contratos de nueve cifras encima de la mesa han quedado atrás… o bien se lo están pensando más.
Entonces… ¿Por qué los grandes equipos no afrontan esas grandes contrataciones? Para responder a ello, creo que hay que abordar varios puntos.
1. Los equipos se piensan más que nunca el perder una primera ronda del draft como compensación por un agente libre. Todo jugador al que se le ha ofrecido una oferta cualificada (contrato garantizado por un año y 15.8 millones de dólares) y no la acepta, supone la pérdida de esa elección del draft del equipo que le fiche aunque los diez primeros puestos están blindados.
2. Los clubes se muestran más reacios que nunca a dar contratos de larga duración a jugadores con 30 años o más. Esa fue una de las claves por las que Greinke no volvió a LA. Los Dodgers no quisieron garantizar ese sexto año, uno en el que el jugador no será el que fue con la firma del contrato. No nos engañemos, los Boston Red Sox pagan por el rendimiento de David Price en 2016 o 2017, no en 2022.
3. El impuesto de lujo. Establecido en los 189 millones de dólares, todo equipo que lo supere será penalizado y esa sanción será cada vez más intensa por cada año en el que tu presupuesto esté por encima de esa cifra.
Este tercer punto es especialmente revelador por lo que se ha conocido en las últimas horas. Por primera vez desde la llegada del luxury tax, el impuesto de lujo, cuatro equipos han sido los penalizados por superar el tope de los 189 millones de dólares: Los Ángeles Dodgers, New York Yankees, Boston Red Sox y San Francisco Giants.
El presupuesto de los angelinos, calculado poco por debajo de los 300 millones de dólares, pagará al fondo común destinado a los más necesitados, un récord con 43.6 millones.
Todo esto contribuye a que equipos necesitados como son los Angels de un LF de garantías, apueste por un comité entre Daniel Nava y Craig Gentry, una solución mucho más económica que cualquiera de las presentes en la agencia libre o vía traspaso como Carlos González. Los Angels no quieren pagar ese impuesto de lujo y lo evitan de todas las maneras posibles, a pesar de dar 48 millones de dólares a Josh Hamilton para que juegue con su rival divisional, los Texas Rangers.
La conclusión que se puede sacar es que las franquicias se están mostrando más cautas a la hora de invertir el dinero en jugadores que comenzaran 2016 con más de 30 años por el impacto sobre el campo y el que puede tener de cara a tener que pagar ese impuesto de lujo.
Eso es así… hasta que algún propietario empiece a ponerse nervioso y saque el talonario.