Rawls se vistió de Lynch y los Seahawks volvieron a la victoria

No puede jugar La Bestia por un problema en el abdomen… no hay problema. Su heredero, Thomas Rawls, un rookie que nadie quiso en el draft y firmó por los Seattle Seahawks como agente libre, tiene la potencia de Lynch y, debido a su juventud, hasta más velocidad para atacar los huecos que se abren en la defensa, propiciados por una línea de ataque de Seattle que lució como en sus mejores tiempos. Es cierto que delante estaban los endebles 49ers, pero la labor en el partido de Rawls, primer jugador en superar las 200 yardas de carrera desde que lo hiciera Shaun Alexander en 2006, fue impresionante. El running back de primer año sumó 209 yardas por vía terrestre y añadió 46 en tres recepciones, anotando dos touchdowns en la clara victoria, 29-13, que permitió a su equipo volver a la senda del triunfo y colocarse en buena posición para luchar por un wild card en la NFC, con una marca de 5-5.

El wide receiver Tyler Lockett, también de primer año, fue otro de los grandes destacados en el ataque local, junto con el quarterback Russell Wilson. Lockett logró los otros dos touchdowns de los Seahawks, atrapando pases de Wilson de 24 y 11 yardas. El quarterback culminó el choque con 260 yardas (tres anotaciones), completando 24 de los 29 pases que intentó. Wilson dirigió a Seattle a una ventaja inicial de 20-0 que fue imposible de recuperar para San Francisco.

A pesar de la derrota, el ataque de los 49ers se vio muy mejorado, bajo la dirección de Blaine Gabbert, en su segundo partido como quarterback titular en sustitución de Colin Kaepernick. A partir del último drive de la primera mitad, Gabbert movió bien al ataque visitante, llevándolo a totalizar 306 yardas contra la potente defensa de los Seahawks. Quizá le faltó ambición a San Francisco en la última parte del campo, donde su ataque se conformó con dos field goals en avances en que podían haber llegado hasta la zona de anotación local y haber puesto en jaque a Seattle. Gabbert concluyó el choque con 264 yardas de pase, un touchdown y cero pérdidas de balón ante la agresiva retaguardia de los Seahawks.