Ni Aaron Rodgers puede con la defensa de los Broncos
El QB de los Packers solo logró 77 yardas de pase y se quedó sin hacer un touchdown. Peyton Manning y el juego de carrera de Denver se encargaron del resto.
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Los Broncos se deshicieron de los Packers 29-10 en un partido que siempre controlaron. El duelo, al que ambos llegaron imbatidos con sendas marcas de 6-0, dejó varias lecciones.
Primero, Peyton Manning (21/29 por 340 yardas, 0 TD) no está acabado. Entre bootlegs, leer la defensa contraria y ser Peyton, guió al ataque de Denver y el resurgir de su juego de carrera. El mayor de los Manning, en la misma noche que Eli logró 6 TD por primera vez, igualó a Brett Favre como el QB titular con más victorias de la historia (186).
Segundo, Denver necesita tirar de su comité de corredores. La fórmula de CJ Anderson (101 yardas, 14 carries y 1 TD) como titular no funcionó en toda la temporada y esta noche, el quitarle la titularidad incluso le ayudó. El RB rompió la marca de 100 yardas por primera vez en lo que va de año... ¡aleluya! Mientras, Hillman sumó 60 yardas en 19 intentos, pero también dos touchdowns. Denver sobrevive sin su juego de carrera (como se vio en los duelos anteriores). Pero con él, sentencia partidos en el tercer cuarto, como pasó ante los Packers.
Tercero... Ya lo hemos dicho varias veces en la sección de NFL en AS pero, la defensa de Denver es la mejor. La de Seattle (en semana 2) sólo pudo limitar al Pack a 27 puntos, los Chiefs (semana 3) a 38... Anoche, Denver no sólo dejó a Green Bay en 10 puntos, pero aniquiló a Rodgers y dejó al mejor QB de la liga con unos números que rozaron el ridículo: 77 yardas de pase y 0 TDs. Además de tres sacks, lograron un safety en el último cuarto que selló la victoria.
La cuarta, que los Broncos lucen como equipo de Super Bowl. El principal problema es que hay otro equipo que luce aún mejores que ellos... y están en su conferencia. Los vigentes campeones Patriots.
En el Mile High Stadium de Denver todo fueron sonrisas al final del partido. Pero estas se hacían notar incluso más que en las otras victorias de los Broncos. La diferencia en esta ocasión es que la victoria fue la más contundente de todas hasta ahora y que, aunque la defensa siempre ha dado motivos de alegría en 2015, por ahora se ha sumado el juego de carrera. Denver ha tardado siete partidos en conseguirlo, pero al fin lo ha logrado.