Bastida: “Que un expediente no caduque ya es un cambio”
Gómez Bastida asumió en 2014 la AEPSAD. Guardia Civil, fue instructor de la Operación Puerto. España construye ya su pasaporte biológico
"Mi trabajo es no creerme nada”. La frase define a Enrique Gómez Bastida, director de la Agencia Española de Protección de la Salud en el Deporte (AEPSAD). Y a su trabajo. La Ley Antidopaje de 20 de junio de 2013 otorgó a la Agencia todas las facultades de realización de controles y resolución de expedientes, potestad que antes recaía sobre las federaciones. Y el gallego, comandante de la Guardia Civil e instructor de la Operación Puerto en su momento, es ahora quien dibuja las líneas maestras de esa lucha. Entró en la Agencia con Ana Muñoz, para encargarse de un nuevo departamento de Inteligencia, y asumió el cargo de jefe máximo, tras relevar a Manuel Quintanar, en enero de 2014.
Ayer pasó por AS para hablar de la situación del dopaje en España. Tras mucho ruido después de casos como los de Alberto Contador, Paquillo Fernández o Marta Domínguez, el bochorno por la no identificación de las bolsas de la Operación Puerto (sigue pendiente de recurso) o la derrota de Madrid 2020 tras una pregunta sobre el tema, las aguas parecen más calmadas. ¿O no?
“Que un expediente de un caso de dopaje no caduque guardado en un cajón ya es un gran cambio. Podría ser por dejadez, pero fuera daba la sensación de que se ocultaba algo. En los ambientes de la Agencia Mundial Antidopaje o las federaciones internacionales, España sí es ahora creíble. Hemos centralizado en un organismo todo, y ya no afecta como antes que un presidente de federación haga declaraciones poniendo en duda alguna prueba”, avanza convencido Bastida. “A nivel de reuniones internacionales, hay cosas que no son noticiables, pero que suponen cambios trascendentes”, remacha.
Uno de esos cambios para el Antidopaje ha sido la consagración del pasaporte biológico, que también entró de lleno en nuestro ordenamiento con la nueva Ley, aunque algunas federaciones internacionales como Ciclismo, Atletismo, Esquí o Tenis ya lo implementaron algunos años antes.
“El pasaporte está limitando mucho más las trampas —refiere—. Aquí hemos comenzado a construirlo hace año y medio. Ahora mismo, hay unos 200 deportistas y la intención es llegar a unos 600. Es un medio de prueba válido y ayuda a orientar los controles: cómo y qué hay que buscar. Nos convierte en algo serio, así como la utilización del sistema ADAMS (el deportista debe señalar su localización una hora al día por si se le somete a un control)”.
Radiografía. Si un test antidopaje es una radiografía de un momento, el pasaporte es un vídeo. Con entre cuatro y seis análisis, se establece un perfil del nivel medio de hemoglobina, hematocrito y reticulocitos del deportista valiéndose de un cálculo estadístico y, con la introducción de variables como si ha entrenado en altura o utilizado cámara de hipoxia, se determina si hay indicios de dopaje.
Ayuda también a rastrear microdosis de EPO o transfusiones sanguíneas de menos volumen que no se detectan con test aislados. “Los consumos ahora no son tan elevados, como en otras épocas. Se utilizan microdosis para evitar la detección”, confirma Gómez Bastida.
"Fútbol, balonmano, baloncesto, atletismo, ciclismo, natación, piragüismo y algún deportista que destaca de forma individual es la base sobre la que se está trabajando para construir nuestros pasaportes”, revela. La AEPSAP es, además, “custodia” de los datos de los jugadores españoles en la Premier inglesa, sometidos ya a este método. Y que serían sancionados en España en caso de dar positivo. Los de los futbolistas de LaLiga se están formando en colaboración con UEFA.
En marzo de 2014, Alejandro Blanco, presidente del Comité Olímpico Español, defendió a Marta Domínguez, lo que suponía a su vez dudar de la validez del pasaporte. Al respecto, se espera una resolución del Tribunal de Arbitraje Deportivo sobre las anomalías que detectó la IAAF en el perfil de la senadora, que serían indiciarias de dopaje. “Yo creo en la AMA y en el Código Mundial. El pasaporte ha desarrollado ya un módulo hematológico, otro esteroideo y para el 2017 estará el hormonal. Está en evolución porque se confía plenamente en él”, apunta al respecto el director.
Cristóbal Belda, oncólogo que elaboró el informe médico que sirvió para que la Federación Española de Atletismo absolviera a Marta Domínguez, ha conseguido financiación del COI (un millón de dólares) para un proyecto avalado por el COE de investigación en un nuevo método de detección de dopaje. Se basa en la memoria de las células, y el rastro que dejarían las sustancias en ellas, que conservarían los efectos varias décadas, a la manera del cáncer. Un proyecto que, en consecuencia, cuestiona también la fiabilidad del pasaporte. Bastida confirma que el doctor Belda no ha entablado contacto “nunca” con la Agencia.
“Un proyecto de investigación, en sí, no es malo. Sino la manipulación. Al dopaje no se le gana sólo con métodos analíticos, con cosas como las modificaciones celulares. Ese es un riesgo grave. Los grandes casos, como el de Lance Armstrong, no se destapan desde ese lado. Todo pivota alrededor de la planificación de controles y la investigación para llegar hasta el personal de apoyo, al entorno. De otro modo, la responsabilidad recaería sólo sobre el deportista”, rebate.
Un cambio importante también para la AEPSAD ha sido la adjudicación a la empresa PWC (por 911.000 euros anuales) de la realización de los controles, tema que se ha retrasado casi un año, por los recursos que se cruzaron esta compañía y la otra que acudió al concurso, la sueca IDTM.
“Antes, por ejemplo, un médico que los realizaba (se los encargaba y pagaba la Agencia, directamente) podía no estar disponible o no tener el material en el momento. El funcionamiento es ahora más ágil. Lo hace todo la empresa y nos permite dedicar más gente a gestionar localizaciones y al pasaporte. Existían problemas para hacer controles sorpresa en áreas como Asturias, Cantabria o los Pirineos”, reconoce.
También en Canarias. Chris Froome, en mayo de 2014, se quejó en un tuit: “Tres de los principales contendientes para el Tour de Francia no han pasado controles fuera de competición en las dos últimas semanas estando en el Teide. Muy decepcionante”. Los otros dos eran Alberto Contador y Vicenzo Nibali.
“Se refería a la Unión Ciclista Internacional —recuerda el director—. Por nuestra parte, antes en Canarias teníamos problemas por escasez de personal. Con la nueva empresa, no”. Con PWC, la AEPSAD ha pasado de hacer un 9% de controles fuera de competición a 40% este año, y tiene el objetivo del 50% en 2016.
¿Y es creíble Froome, que siempre presume de ser limpio? “Su discurso tiene un punto de credibilidad porque se fijó un solo objetivo (el Tour) y luego compitió en la Vuelta, que no tenía programada, y fue de más a menos. Parece un desarrollo más creíble. Tiene una lógica”. Por oposición, propuestas como la lanzada por Oleg Tinkov, patrón de Alberto Contador, de disputar las tres grandes no lo sería. Y sí más fácil la tentación de utilizar sustancias prohibidas.
Bastida echa de menos más beligerancia del ciclismo en España. “Yo no pongo la mano en el fuego por nadie”, repite. “En España no hay ningún tipo de discurso del ciclismo contra el dopaje. Sólo silencio. No existe un rechazo claro, y ese sería el primer paso para que mejoraran los que vienen por detrás”, se queja. Y pone un ejemplo: “Hace unos años, beber y coger el coche podía estar hasta bien visto. Ya no. Pues es lo mismo”. Una rebeldía que sí ve ya en el atletismo, con declaraciones públicas “como las de Arturo Casado, Elena Grimau, Diana Martín o Ruth Beitia; y en el triatlón hay un rechazo enorme en las redes cuando se da un caso”.
Aquí no hay arrepentidos de verdad. “No voy a pedir a nadie que se inmole y cuente todo, cosas íntimas. Pero hacerlo parcialmente es una gran labor pedagógica. Aunque dar charlas no reduce sanciones. La colaboración (hay reducciones de pena de tres cuartas partes) debe ser efectiva, con pruebas y evidencias”.
Desde Francia, han llegado críticas periódicas a España. Ahí está el guiñol de Rafa Nadal o las insinuaciones sobre la relación actual de Pau Gasol con Nicolás Terrados (médico de la ONCE que fue acusado por Jalabert y Zülle de darles sustancias dopantes en 1998). “En la ITF (Federación Internacional de Tenis) funciona el pasaporte biológico y ahora mismo tiene un programa antidopaje exigente. Con la ITF hay una colaboración sólida”, apunta.
Respecto al baloncesto, la NBA no se atiene al Código Mundial Antidopaje. “Cuando están bajo sus normas, los jugadores podrán hacer otras cosas... Pero cuando participan en competiciones FIBA o Juegos Olímpicos pasan los mismos controles que cualquiera, de acuerdo al Código, y se buscan todas las sustancias”, dice. En el reciente Mundial 2014, la AEPSAD realizó test a Estados Unidos y al resto de equipos.
¿Y los jueces colaboran más en España? “Mayoritariamente, sí”, responde. Pero muchas operaciones se han frustrado luego en los juzgados por fallos en la instrucción de Policía o Guardia Civil (Operación Galgo con Marta, por ejemplo). “Sí existen condenas por dopaje (el consumo no es delito, sí el tráfico y suministro, penado con hasta dos años de cárcel), pero no en relación a deportistas de alto nivel”, apunta Bastida, el hombre cuyo trabajo consiste en no creerse nada.