La NFC Norte ha perdido la fuerza de antaño
Sólo Green Bay es atractivo de ver. Eso si, parece que Cutler y Stafford están despertando de su letargo y con ellos Jeffery y Megatron.
Os tengo que contar una cosa. Para hacer mis artículos semanales, sigo una serie de pasos hasta decidirme por el tema del que voy a escribir. Intento ver en directo los partidos en los que intervienen los cuatro equipos de esta NFC North. En el caso de que coincidan, elijo el que a mi parecer es el más interesante, así que a veces, para ver a los cuatro equipos, tengo que esperarme al día siguiente. No suelo escribir del equipo que veo en diferido porque me dejo llevar, casi siempre, por las sensaciones de lo que veo en directo.
Para esta sexta semana he sido un mar de dudas. Tenía claro que, a menos que ocurriese algo sumamente extraordinario, los Green Bay Packers se quedarían fuera de la ecuación porque ya hablé de ellos la semana pasada. Por ello, centré mi atención en el Chiefs-Vikings y, sobretodo, en el duelo divisional entre Lions y Bears.
Pasados diez minutos del inicio del partido en Minnesota, ya sabía que los locales no serían la elección de esta semana. Nada se me movía por dentro, así que los Vikings se quedaban fuera también. Otra semana será. El Bears-Lions, aunque descafeinado por lo que habían demostrado en las cinco semanas anteriores, se presentaba interesante, ya que cualquier partido entre rivales de una misma división, siempre es emocionante...bueno, o casi siempre.
Por un momento se me iluminaron los ojos, Jay Cutler estaba lanzando a las mil maravillas, conectaba con un recuperado Jeffery y los Bears conseguían sostener los drives. Me estaba gustando lo que veía. Ya visualizaba el titular: "Ahora sí, Cutler".
Quise compartir mi alegría (siempre he pensado que Cutler tiene mucho talento, aunque su cabeza sea lo que es) con los compañeros de NFL AS, y hubo un silencio sepulcral (salpicado con alguna sonrisa entre dientes, nerviosa). Mariano me miraba incrédulo (como quien ve un fake punt de los Colts) pero yo estaba decidido.
Sin embargo, todo cambió al ver a Stafford buscar a Calvin Johnson como antaño. ¿Debería hablar de unos Lions que podían ganar su primer partido olvidándose de una vez por todas del playcall de su OC? Un tema interesante, pero que al decirlo en voz alta, trajo un clamor de decepción en los que me rodeaban.
Estaba perdido, vagaba en pensamientos difusos que no me llevaban a ningún sitio. Más o menos como lo que estaba aconteciendo en dicho partido. Lions y Bears peleaban por cometer el error más grave y el más tonto. La prórroga, momento siempre emocionante y con giros espectaculares, se convertía en un intercambio de "tres y fuera" entre ambas escuadras. De repente, se hizo la luz. ¡Qué horror de partido!, lo que me llevó a un "¡qué horror de división!".
Si, amigos, toda la emoción, competitividad, dureza y calidad que se esperaba en el mes de agosto, se ha disuelto. La cruda NFC North se ha convertido en un paseo por el parque para los Green Bay Packers.
Conocíamos la superioridad de los de Wisconsin (que era manifiesta), pero nos esperábamos a unos Lions que le pusieran las cosas difíciles a los actuales campeones de división. De los Bears, aunque todos sabíamos que estaban en reconstrucción, también se esperaba un poco más, o al menos yo sí lo hacía.
Actualmente, los Bears son el equipo que más puntos recibe con 29'8 por partido, mientras que los de Detroit son el sexto con 28'7. Está claro que sus defensas están dejando mucho que desear.
En ataque no es que estén mucho mejor. Los dos están empatados en el vigesimosexto puesto con 20 puntos de media a favor. Minnesota está por debajo de ellos en anotación (apenas suben 19'2 puntos de media al marcador), pero su defensa deja a los rivales en una media de 16'6, siendo el segundo equipo que menos puntos recibe de la competición.
Los Lions lideran la NFLen fumbles. Hasta doce veces han perdido el balón de esta manera. Por su parte, los Bears también lideran una clasificación negativa, la de touchdowns de pases recibidos. Han visto quince pases de TDs anotarse en su end zone.
Todos estos números indican que estos dos equipos están jugando a un nivel muy bajo, pero ni siquiera estás estadísticas demuestran las malas sensaciones que proyectan cuando los ves más detenidamente.
Parece que los Vikings van a ser el único equipo que puede acercarse a unos Green Bay invictos hasta el momento, aunque aún es pronto para que una plantilla tan joven sea capaz de presentarse como un candidato serio. Tienen talento de sobra y están muy bien entrenados, así que su mejora va a ser progresiva, pero no les dará para asaltar el título divisional en este 2015.
Green Bay empieza a mirar al seed 1 de toda la NFC, algo que le haría favorito absoluto al tener el factor campo a favor. Sus últimos tres partidos tampoco han sido para tirar cohetes. Es cierto que han ganado con relativa contundencia a 49ers y Rams, pero las lesiones están afectando cada vez más al ataque y la defensa, que parecía estar en el buen camino, dejó mucho que desear el pasado domingo frente a los Chargers. Los peores recuerdos de años anteriores volvieron a estar presentes entre sus aficionados.
Al principio os hablaba de sensaciones para escribir mis artículos, y mi sensación después de esta jornada es que el nivel medio de esta división ha bajado. Más allá de que este nivel sea bajo, me preocupa más la falta de competitividad en una división que era temida por toda la liga. Franquicias duras, que independientemente de donde jugasen, daban guerra. Todo eso parece que se ha esfumado. Detroit Lions ha perdido el buen rumbo que traían del año pasado. Chicago Bears no consigue enderezar el suyo. Minnesota Vikings está un poco verde para grandes batallas y Green Bay Packers lo mira todo desde su trono, sin inmutarse, y sin ser exigido dentro de su división, lo que le hace quitarse presión de encima.
Pasado un tercio de competición, las cosas parecen bastante claras por estos lares, y solo queda saber si Vikings será capaz de seguir mostrando buenas sensaciones y alcanzar una plaza de wildcard, o se vendrá abajo sumándose en la tristeza de unos Lions y Bears que no encuentran la manera de creer en ellos mismos. Yo quiero una división dura, quiero calidad y quiero ver un partido donde tenga razones de sobra para escribir pequeños relatos de buenas actuaciones. Todos lo queremos, seamos del equipo que seamos. El Norte quiere volver a ser lo que era.