Los 49ers derrotan a los Ravens en un partido de despropósitos

Nadie hubiera dicho que los dos equipos que jugaron hoy en San Francisco, y que llegaron al mismo con sendas marcas de 1-4, disputaron hace tres temporadas la Super Bowl. Los Baltimore Ravens, debido a las lesiones defensivas y a la falta de receptores (solo colabora el veteranísmo Steve Smith), y los 49ers, donde brilla la desorganización de una forma alarmante, se batieron en duelo por evitar la cuchara de madera y acabaron ganando los locales, 25-20. No obstante, en el último y desesperado avance de los Ravens, el nuevo entrenador de los 49ers, Jim Tomsula, estuvo contando constantemente a sus jugadores defensivos, porque, en cada acción, solían salir 12 en lugar de 11. De cualquier forma, Joe Flacco no pudo completar un último pase desesperado y los 49ers rompieron una racha de cuatro derrotas consecutivas. Las cosas no están tan mal para San Francisco en la clasificación, pues tras las derrotas de Seattle y Arizona todavía parecen poder aspirar a algo, pero por lo visto hoy en el terreno de juego, especialmente en cuanto a organización defensiva, se les ve a años luz de Seahawks y Cardinals.

Los Ravens sí que están en una situación desesperada, jamás vivida por el club bajo la dirección de John Harbaugh. Baltimore no solo tiene un récord de 1-5, sino que ya está cinco victorias por detrás de los imbatidos Cincinnati Bengals, que llevan la voz cantante en el Norte de la AFC.

En ataque, Colin Kaepernick y los 49ers se han visto mejor en las últimas dos jornadas. Aunque es difícil concretar si hoy ha sido por méritos propios o por demérito de la diezmada defensa de los Ravens, que extraña con toda el alma a Terrell Suggs, fuera para toda la temporada, lesionado, desde la primera jornada. Kaepernick pasó para 340 yardas y dos touchdowns y sus wide receivers titulares, Anquan Boldin y Torrey Smith (ambos miembros de Baltimore en aquella Super Bowl) unieron esfuerzos para sumar 198 yardas de recepción y una anotación.

Por los Ravens, Flacco volvió a firmar buenos números, pero las estadísticas personales no significan nada si tu equipo pierde. El quarterback lanzó para 343 yardas y dos touchdowns, pero fue interceptado en dos ocasiones. Smith culminó el choque con 137 yardas en siete recepciones, incluida la del lanzamiento de anotación de Flacco. Justin Forsett no es el del año pasado, pero ha devuelto algo de vida al ataque terrestre de los Ravens. Forsett acabó el partido con 99 yardas totales, incluyendo 62 en 17 acciones de carrera.