Entrenador nuevo, victoria segura también para Miami

Dice un viejo refrán del mundo del fútbol que a entrenador nuevo, victoria segura. No se conoce que se diga lo mismo en el football, pero en Miami pueden empezar a adoptar la expresión a la vista de su victoria sobre los Tennessee Titans por 38 a 10.

Y es que no es lo habitual. En la NFL cuando un entrenador es despedido a mitad de año su equipo suele ser un desastre. Lo raro, rarísimo, es que un equipo tenga un tipo en la banda interino y pueda presumir de tener en su plantilla a un QB franquicia, al defensa mejor pagado de la liga y, en general, una plantilla como para aspirar a playoff.

Dan Campbell ha heredado todo eso porque la sensación era que el anterior entrenador, Joe Philbin, lo que no conseguía era dotar de energía y actitud guerrera al grupo, nunca porque no hubiese talento en la plantilla. De hecho, esa cantidad de talento desaprovechada fue la verdadera causa de su destitución. Y durante todos estos quince días en los que Campbell ha estado al frente de los Dolphins, de Miami sólo han salido informaciones de lo duro que es y de lo que duro que hace entrenar a estos chicos.

Tras el primer partido, las evidencias sostienen todo eso. Los Dolphins no sólo han ganado a los Titans, algo que entra dentro de la lógica viendo los jugadores de uno y otro lado, sino que se han comportado como un agresivo y concienciado equipo de football.

De todos los jugadores de Miami, los más criticados han sido los de la línea defensiva. Pues bien, en Tennessee se van a acordar de ellos porque dominaron la línea de scrimmage a su antojo. Basta señalar que un grupo que llevaba un sack en toda la temporada aterrorizó a Marcus Mariota con, por ejemplo, cuatro sacks en la primera parte.

No sólo eso, sino que fueron descaradamente a atizarle siempre que tuvieron oportunidad. En una oportunidad incluso con un golpe muy feo que hizo que el joven QB de los Titans estuviese cojo todo el resto del partido.

Anulado el ataque rival con una, al fin, tremenda línea defensiva, el resto del partido descanso en el ataque. Y, al igual que sus compañeros, demostraron que la actitud es fundamental een este juego. La carrera funcionó como no lo había hecho en todo el año y Lamar Miller sumó yardas con facilidad. Eso llevó a que el objetivo favorito de Tannehill, Jarvis Landry, tuviese espacio como para volver a brillar.

Es difícil juzgar a los Dolphins y tratar de predecir si mejorarán o no, pues tener enfrente a los Titans hace que el análisis no se pueda considerar completo. Pero es innegable que la energía y la alegría en el juego del equipo ha sido bien diferente a lo visto en el primer tercio de la temporada. Y eso es justo lo que se esperaba de un nuevo entrenador como Dan Campbell.