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PARTIDO DE WILD CARD LIGA AMERICANA

Llega la hora de Tanaka en los playoffs de la MLB

Cuando los Yankees le ficharon antes de la campaña 2014, creían tener en sus manos una figura y es su oportunidad de demostrarlo.

Masahiro Tanaka se enfrenta a su gran desafío en el debut de los New York Yankees en el partido de wild card ante los Astros.
Brad PennerUSA Today Sports

La próxima madrugada arranca la postemporada 2015 en las Grandes Ligas y lo hace con el comodín del joven circuito, la Liga Americana. El duelo, será en el solemne Yankee Stadium y tendrá como protagonistas a NY Yankees y Houston Astros. Cada equipo va al enfrentamiento a vida o muerte con su as de la rotación en el montículo: el nipón Masahiro Tanaka por parte de Los Bombarderos del Bronx y Dallas Keuchel por parte de los Astros.

Es el primer gran desafío de Masahiro Tanaka (Itami, Hyōgo, Japón. 1988) en los Estados Unidos y será, sin lugar a dudas, el partido que más disfrute la estrella japonesa. Acostumbrado a brillar desde edad temprana, los Yankees le contrataron para que tome la pelota en los partidos clave.

Tanaka es un ganador desde edad temprana, por eso lideró a su instituto Tomakomai a ganar el Koshien de verano en 2005, el torneo para promesas del béisbol japonés que es una religión en el país del sol naciente. Estadio lleno, televisión presente y mucha presión para unos chavales que se educan con el objetivo de llegar a tocar por una vez en la vida el estadio de Hanshin Tigers, que es el organizador del torneo. Ganarlo solo está destinado para unos pocos, y Tanaka fue uno de ellos.

El pitcher rompió el récord de strikeouts en su etapa de instituto con 458, pasando el anterior récord que ostentaba Daisuke Matsuzaka con 423. Esa actuación delante de toda la nación le sirvió a Tanaka para ser drafteado en primera ronda del draft 2006 por Rakuten Golden Eagles, una franquicia nueva y que buscaba un éxito en la pelota profesional japonesa.

Tanaka fue pronto la gran estrella del béisbol japonés, atraía muchos contratos de televisión, era protagonista de mangas, mucha publicidad y la peregrinación constante de muchos informadores que llegaban desde Estados Unidos. Hisashi Iwakuma (Mariners), fue el primer gran ídolo para la afición de Rakuten, pero no pudo llevar al equipo a un campeonato, cosa que sí hizo Tanaka en 2013.

El año 2013 de Masahiro Tanaka será recordado por décadas, quizá siglos, en Japón. Su marca en temporada regular fue perfecta: 24-0, 1.27 ERA en 28 aperturas. Esa temporada eleva su nombre casi a la altura de Sadaharu Oh, el mejor pelotero japonés de la historia. Pero las leyendas deben confirmar su legado en postemporada y Tanaka lo hizo. Con 1-0 abajo en las Japan Series (la Serie Mundial en Japón) contra Yomiuri Giants, Tanaka tomó la pelota y completó el juego, permitiendo únicamente tres hits y una carrera, ponchando a 12 bateadores rivales y adjudicándose la victoria tras ganar 2-1 el juego. La Serie de Japón quedaba 1-1.

Con 3-2 en la serie a favor de Rakuten, Tanaka, que más o menos tenía el beneplácito de cuando jugar y cuando salir del juego, tomó la responsabilidad de ganar el partido y llevar la gloria a su equipo y la suya propia. Fue una actuación exagerada, pero prodigiosa. Tanaka realizó 162 lanzamientos en una demostración de resistencia abrumadora. Sin embargo, Tanaka no ganó el partido. José Celestino López le conectó en la 5ª entrada un jonrón de tres carreras que le dio la vuelta a la pizarra e hizo que las Series de Japón tuvieran un séptimo partido. Tanaka, pese a que iba perdiendo el juego, ordenó no salir y llegó a los mencionados 162 lanzamientos. Una irresponsabilidad bárbara que pudo costarle caro ayer o en un futuro.

Al día siguiente, en el todo o nada del Game 7, Manabu Mima lanzó ocho entradas dominando a Yomiuri, llegando al 3-0 en la pizarra cuando solo quedaban tres outs para alcanzar la gloria. En ese momento, las puertas del bullpen se abrieron para recibir a ¡Masahiro Tanaka! El público explotaba de alegría, quizá la última vez que tenían la posibilidad de ver a su ídolo, ya por entonces se rumoreaba que Masahiro estaba muy seducido por la posibilidad de jugar en Estados Unidos.

Yu Darvish, el estelar abridor de los Rangers, mostró públicamente su indignación en la televisión japonesa, argumentando el peligro que eso suponía para su codo, que venía de lanzar 162 lanzamientos el día anterior. Sin embargo, el destino quería que la foto del pítcher en el momento de ganar el campeonato, fuese la de Ma-Kun (apodo cariñoso para Tanaka en Japón). Con algún problema (corredores en las esquinas), Tanaka ponchó con su poderosa recta de dedos separados (splitter) al último bateador de Yomiuri consiguiendo el salvamento y el campeonato para una franquicia que nunca le olvidará. Tanaka era campeón de Japón en un equipo que tuvo como compañeros a ilustres peloteros como Andruw Jones o Casey McGehee. Consiguió el MVP y el Eiji Sawamura por segunda vez (el Cy Young de la NPB).

Tanaka vio como no le quedaba más por cumplir y decidió que quería probar con los mejores, las Grandes Ligas. Sin embargo, de forma contractual no era posible, ya que las leyes en Japón no le permitían romper ese contrato a no ser que el propio club le pusiera en una subasta. Tras un tira y afloja entre el propio jugador y la franquicia, el día de Navidad de 2013 Rakuten confirmaba que subastaba a Tanaka.

Así pues, las organizaciones de MLB podían dar la cantidad de dinero ($20M como tope) que les daba la posibilidad de negociar directamente con el pelotero. Varios equipos acudieron a la llamada. Chicago White Sox, Los Ángeles Dodgers, Seattle Mariners, Chicago Cubs y New York Yankees, entre otros, fueron los que más insistencia demostraron. Tanaka en un tour de entrevistas sin precedentes, se fue reuniendo junto con su pareja con las distintas organizaciones. Dicen que su pareja (una famosa cantante de pop en Japón) tuvo algo que ver en la decisión, otros dicen que Tanaka se vio atraído por la mística de los Yankees. Sea el motivo que sea, Tanaka se decidió por los $155M que le ofrecieron los Yankees.

Su esperadísimo primer año de Tanaka en el Bronx apuntó lo que es capaz de hacer, 13-5 y efectividad 2.77 que le valieron para ser All-Star. Pese a que una lesión en el codo le hizo perderse bastantes aperturas en la segunda mitad de la temporada, que le impidieron ayudar a su equipo en busca de una clasificación a postemporada que no consiguieron. Milagrosamente, no necesitó cirugía TJ, algo que los especialistas creen que ocurre en un 80% de los casos en su lesión.

Su segundo año fue menos dominante, pero no deja de ser un buen año: 12-7, 3.51 ERA. Y eso lleva directamente a ser el lanzador más importante de los Yankees. Con los recientes problemas de alcoholismo de CC Sabathia y la irregularidad de Pineda o Iván Nova, Tanaka se verá obligado a liderar a un equipo en un partido que puede terminar con la temporada de los Yankees. Pero esa sensación de vida o muerte en el béisbol, cuando la pelota quema, Tanaka ya la conoce desde que era un adolescente.