Los Patriotas y su afán por ser el patito feo
Bill Belichick y Tom Brady parecen tener la necesidad de recurrir a artimañanas para ser odiados y así encontrar motivaciones para mantener su hegemonía.
Un equipo refleja la personalidad de su líder. Es lo natural y lo contrario regularmente es indicio de que las cosas no terminarán bien. No es de sorprender la forma en que Tom Brady ha jugado en el inicio de la temporada 2015 y así seguirá en sus siguientes 13 juegos, pues si algo quiere demostrar es que puede dominar a la NFL sin necesidad de quitarle libras de presión a los balones que pongan en sus manos.
Si bien Brady es efusivo al celebrar un pase de touchdown o busca quien le choque la mano en la banca ante una buena acción de los Patriotas, la actitud que ha mostrado las últimas tres semanas es poco más sobria, ligera, pero notablemente, menos festiva.
Al recordar cómo se conduce Bill Belichick, la actitud de Brady tiene sentido.Desde que asumió el trabajo como coach en Nueva Inglaterra, Belichick, quien desde antes no se caracterizaba por ser un tipo afable, adoptó una postura más rígida ante el ojo público. Quizá mucho tuvo que ver la circunstancia en la que tomó el trabajo con los Patriotas en 1999, apenas un día después ser nombrado entrenador en jefe de los Jets.
Bill Parcells, quien trabajó con los Jets, había decidido retirarse en 1999 y por sugerencia suya, el equipo nombró como su sucesor a Belichick, quien tenía otros planes, y otra oferta, para dirigir en Nueva Inglaterra.
Belichick fue duramente criticado, al igual que los Patriotas, y ahí fue cuando adoptó la actitud de “solo contra el mundo”, la cual le ha llevado a imponer un sistema de trabajo y disciplina rigurosos.
Cuando el escándalo por videograbar una práctica de los Jets le explotó en las manos en 2007, Belichick realmente enfrentó al mundo, aunque con el respaldo de un escuadrón de 53 jugadores y un staff de coacheo con el que estuvo a minutos de completar la primera campaña perfecta desde 1972 y primera con 16 juegos de temporada regular.
Nueva Inglaterra no ganó el Súper Tazón, pero fue evidente que Belichick quería demostrar, y lo logró, que podía ganar sin necesidad de robarle las señales a nadie –cosa que es común enla NFLy el beisbol, por algo existen las señales.
En 2015, Brady es quien siente la urgencia de demostrarle al mundo que no necesita tener mejor agarre del balón para superar a sus rivales y luego de tres juegos va por buen camino con un desempeño que lo proyecta a sumar 48 pases de touchdown, dos menos que en aquella explosiva campaña de 2007, y 5 mil931 yardas, que serían una nueva marca, y por mucho.
Probablemente no llegará a esas cifras, pero es seguro de que al menos, y sólo por orgullo, Brady lo intentará y para lograrlo, tiene al líder ideal, a Belichick, quien lo mantendrá enfocado en la tarea de ridiculizar a quien se le ponga enfrente por la sencilla razón de que, en algún momento, dudaron de la capacidad del pasador para jugar bien sin necesidad de artimañas.
A los Patriotas les gusta sentirse ofendidos. Quizá el odio hacia ellos los alimenta. Sólo así se entiende que hayan recurrido a prácticas dudosas cuando la calidad de sus líderes está por encima de ellas.
LIBEREN A KAEPERNICK
La actuación de Colin Kaepernick en Arizona resultó tan patética, que resulta ocioso criticar al quarterback de San Francisco.
La defensa de los Cardenales es una de las mejores dela NFLy era predecible que Kaepernick tuviera problemas para descifrarla, pero no al grado de sufrir cuatro intercepciones y que dos fueran devueltas para anotación. Tener un brazo potente es sólo una de muchas cualidades que se requieren para ser quarterback y a Kaepernick le faltan muchas, desde la precisión hasta la lectura de las defensivas rivales y de las rutas de pase de sus receptores.
Kaepernick ha mejorado en su faceta de pasador en relación a cuando debutó enla NFLen 2012, pero eso sólo ha sido evidente ante defensivas que no ejercen mucha resistencia. Un verdadero progreso se demuestra ante defensivas dominantes y Kaepernick suele fallar en escenarios así.
En lo personal, un quarterback que corre a la menor provocación no es de mi agrado, pero a los 49’s quizá les convenga permitir que Kaepernick juegue como sabe hacerlo, es decir, que corra cuando lo crea necesario, que será casi siempre.
Kaepernick es un pasador limitado y sus posibilidades de tener éxito aumentarían si simplemente lo dejan ser Colin Kaepernick.
Y, ¿DÓNDE ESTÁ LA DEFENSIVA?
El trabajo de Brandon Weeden en su primer juego como sustituto de Tony Romo fue bueno a secas. Una intercepción y sólo un pase completo a un receptor (Cole Beasley) hablan de las limitaciones del quarterback al frente del ataque texano.
Dez Bryant (fractura en el pie) no jugó y eso le restó opciones a Weeden, quien, entre su capacidad limitada y falta de recursos, será el guía de una ofensiva discreta.
La defensiva de Dallas parece no haber captado el mensaje y dejó escapar una ventaja de 14 puntos en el segundo medio ante Atlanta.
A Weeden no se le puede exigir más, quizá que sea un poco más atrevido, pero la defensiva de Dallas es la que debe elevar su nivel, porque si su ataque ya demostró que no puede mantenerse en una batalla de anotaciones, mucho menos podrá remontar desventajas de 10 o más puntos.
ES CUESTIÓN DE (DES)CONFIANZA
Y ya que entramos en materia de atrevimientos, resulta curioso cómo en Kansas City, Alex Smith no lanza pases largos hasta que es realmente demasiado tarde.
A diferencia de lo que hacía en Filadelfia, Andy Reid, coach de los Jefes, ha implementado un plan de juego ultra conservador en Kansas City que con pases pantalla a Jamaal Charles y envíos a la zona de flat a su ala cerrada, Travis Kelce, se ha vuelto predecible.
El abuso de los pases cortos parecen indicar que Reid sabe o ve algo en los entrenamientos que los demás desconocemos que le hizo perder la confianza que tenía en su quarterback.
APRENDEN A GANAR EN OAKLAND
Los Raiders tienen marca ganadora por primera vez desde mediados de la temporada de 2011 con triunfos sobre equipos irregulares como Baltimore y Cleveland.
No se le resta crédito a los de plata y negro. Su mérito está ganarle a quienes les pongan enfrente y lo han hecho con claridad. Enla Semana4 les toca otra visita, a Chicago, en la que su reloj biológico, como sucedió en Cleveland, estará jugando a las 10:00 horas de Oakland.
Un triunfo en Chicago sin duda hará que Oakland esté en boca de todos, pero hasta que no superen a un peso pesado se podrá tomar en serio el proyecto del coach Jack del Rio.
Después de Chicago, Denver, que es un peso pesado, es el siguiente rival de Oakland.
PARA TERMINAR...
Algunos datos que nos dejóla Semana3 de la temporada regular.
- Nueva Inglaterra anotó en todas sus series ofensivas en el duelo ante Jacksonville. En Seattle, Chicago entregó el ovoide en patada de despeje en todas sus series.
- Tom Brady es el quarterback con más juegos como titular en los que su equipo ha anotado 40 o más puntos en la historia dela NFL.
- Con su triunfo en Cleveland, los Raiders rompieron una racha de 16 derrotas en duelos celebrados en el huso horario del Este de EEUU.