Partidus interruptus, cuando Heidi paró a Joe Namath
En 1968 la retransmisión de un partido de NFL entre Jets y Raiders fue interrumpida por la emisión de un telefilm infantil, "Heidi".
Los nacidos antes de 1980 tenemos instalado en nuestro cortex cerebral, de manera indeleble, una serie de tonadas y sintonías absorbidas en nuestra más tierna infancia y que ya nunca se irán: Bic naranja escribe fino, Bic cristal, escribe normal; un, dos, treeees …; hola don Pepito…; el titirittiritirti de Falcon Crest y, cómo no, el inolvidable Abuelito dime tu ¿qué sonidos son los que oigo yo? Abuelito dime tu ¿Por qué yo en la nube voy?...Bueno, pues los aficionados de los Jets que en 1968 veían por los monitores de sus televisores a su equipo jugarse la vida en Oakland tampoco olvidaran nunca a Heidi.
La NBC, todopoderosa cadena del colorido pavo real, estaba destinada a hermanarse con el football desde aquel glorioso 28 de diciembre de 1958, en el cual, la cámaras de la National Broadcasting Company retransmitieron, desde el Yankee Stadium y para todo el país, "The Greatest Game Ever Played", el NFL Champsioship Game entre los Colts de Unitas y los Giants de Don Maynard –con nada más y nada menos que Lombardi y Landry como coordinadores ofensivo y defensivo de Nueva York- que convirtió este deporte en un fenómeno mediático sin rival, con 45 millones de televidentes y ello teniendo en cuenta que la señal estaba bloqueada para el área de Nueva York. Una vez iniciada la prórroga, y estando los Colts en la yarda 8 adversaria, un espectador saltó al campo, interrumpiéndose el juego hasta que aquel fuera desalojado. La leyenda cuenta que ese espontáneo era en realidad un empleado de la NBC que no dudo en interrumpir el partido hasta que se solucionara un problema de conexión que impedía emitir el final del encuentro.
La posterior adquisición por la CBS de los derechos de la NFL en 1960, obligó a maniobrar a la NBC, acérrimo rival mediático, firmando al año siguiente un jugoso contrato con la recién nacida AFL, vinculación que se prorrogó una vez producido el Merger, al ser la cadena de Rockefeller Plaza la encargada de emitir los partidos de la AFC desde 1970 hasta 1997.
Ese 17 de noviembre, el Alameda County Coliseum era una olla a presión, no en vano, a las cuentas pendientes se le unía que se estaban jugando la opción de meterse en el AFL Championship Game, que además, como es por todos sabido, daba opción a jugar el NFL-AFL Championship Game.
NBC era la encargada de televisar a nivel nacional el encuentro –salvo 90 milas alrededor de la Bahía de Oakland-, siendo la hora de inicio prevista las 16.00 horas Eastern Time Zone (EST). La cadena tenía programado, para las 19.00 horas y aprovechando la estela de audiencia dejada por partido, emitir en primicia el especial Heidi (Mann, 1968), versión televisiva del clásico de Spyri, y que contaba con la presencia de estrellas como Maximilian Schell, Jean Simmons o Michael Redgrave, así como la música de John Williams. El telefilm fue extraordinariamente promocionado por la cadena semanas antes, tanto en prensa como en televisión, con la esperanza de lograr altos picos de audiencia familiar en la tarde del domingo.
El control central de la NBC se conocía como Broadcast Operations Control (BOC), que aquella tarde estaba dirigido, en la sede de Nueva York, por Dick Cline, como supervisor de retransmisiones deportivas, quien tenía instrucciones específicas del mismísimo presidente de la NBC, Julian Goodman, del vicepresidente Simmons, así como del productor ejecutivo Don Connal –que vería la retransmisión desde su domicilio de Conneticut-, y del encargado de producir el encuentro, Don Ellis, de coordinar el transcurso de la emisión de manera que coincidiera con la hora programada de comienzo de Heidi, habida cuenta del interés de los anunciantes en la puntualidad del film.
En otras palabras, Heidi debía comenzar a las 19.00 sí o sí. En 1968 las transmisiones por satélite de la señal televisiva aún no existían y se funcionaba mediante cable coaxial, empleando centro de control intermedios, en Burbank y Chicago. Ese día estaba programado que a las 18:58:20 EST, Burbank cortara la señal de Oakland y entrara la emisión desde Nueva York con la previa del telefilm infantil.
El ultimo cuarto del partido comienza con un 22 a 19 a favor de Oakland, pero en el primer drive de los californianos, Smith fumblea recuperando el óvalo el end Gerry Philbin en su yarda 3. Namath destapa el tarro de las esencias y en dos pases (47 y 50 yardas, respectivamente) sitúa a Don Maynard en la end zone, colocando a Jets 26 a 22 en el electrónico. Jim Turner anota otro field goal, colocando a los de Oakland a distancia de touchdown, pero los Raiders no se amilanan y en otro drive monstruoso de Lamonica de 88 yardas, Fred Biletnikoff convierte un pase de 22 yardas de The Mad Bomber y empata el partido a falta de cuatro minutos.
Paralelamente al desarrollo del juego, y teniendo en cuenta que cuando el último cuarto dio comienzo, eran ya las 18.20 horas EST, los ejecutivos de la cadena comenzaban a inquietarse ante las continuas interrupciones del juego -19 faltas y 71 snaps- y el inexorable paso de los minutos. Los nervios se desataron, y las discusiones subieron de tono en el control central de Burbank, en torno a si debería interrumpirse la emisión del partido a la hora convenida o bien dejar que finalizara, demorando el estreno de Heidi y, consecuentemente, los bloques de publicidad contratados. Connal, el productor ejecutivo que desde su casa en Old Greenwich, Connecticut, ve el partido, avisa a control de que la cosa va muy lenta. Los teléfonos echan humo, y Cline, Lindemann y Goodman discuten sobre qué hacer.
En el Alameda County Coliseum, el kicker de los Jets vuelve a convertir un field goal y pone la cosa en 32 a 29 para los chicos de Queens a falta 1.01 para que termine el partido. Son las 18.45 EST, y la centralita de la NBC se colapsa ante las llamadas de aficionados de Jets que ruegan por lo más sagrado que no corten el partido y las madres por otro lado, que refieren como tienen a sus niños en el living room en estado de shock ante la inminencia de Heidi, Clara, Fräulein Rottenmeier y el abuelito. Al final, Dick Cline, el supervisor de las retransmisones deportivas del control central, y con al anuanecia de sus superiores, decide que Heidi empiece a su hora.
Los incrédulos fans de los Jets de la costa este no pueden creer lo que está sucediendo en sus receptores: el punt de Turner en la pantalla se convierte, sin solución de continuidad, en faldas tirolesas, praderas sin fin y niñas rubias sonrosadas. Mientras, 4.000 kilómetros al oeste, y únicamente para los ojos de los 63.000 asistentes al 7000 Coliseum Way de OAkland, el punt interruptus de Turner se convierte en touchback, iniciando Lamonica su drive en la 22 propia. Cuando todo parecía perdido, Lamonica lo vuelve a hacer y conecta con Smith para touchdown, pero la jugada es anulada por una falta previa de la línea pirata. En la siguiente jugada, Smith vuelve a embolsar un balón de 20 yardas, que junto con las 15 yardas de penalización por un facemask, colocan a Oakland en la 43 de Jets. Y 43 son las yardas del extraordinario pase para touchdown de un Lamonica on fire que, tras el extrapoint del inextinguible Blanda, pone a Raiders 36 a 32. Pero ojo, restan 42 segundos y los de Broadway Joe están a tiro de touchdown. Pero no, Namath se reservaba sus esencias para el 12 de enero 1969, y tras un fumble del retornador Christy y recuperación por Oakland, el abuelo –no el de Heidi- Blanda anotaba un nuevo field goal colocando el definitivo 43 a 32. Oakland había dado la vuelta a un partido en menos de un minuto, en uno de los finales más electrizantes de la historia, con un quarterback en estado de gracia y en Queens –y en el resto de la Unión- el abuelito de Heidi sacaba a pastar a las ovejas.
En un vano intento de arreglar el desaguisado, la NBC aumentó si cabe aún más la cólera de los televidentes, al sobreimpresionar sobre la película el resultado final del encuentro…¡¡pero justo en la estremecedora en que la paralizada Clara da sus primeros pasos!!!
A las 20.30 EST, la cadena emite un comunicado en el que lamenta profundamente lo sucedido, arguyendo…¡que ellos también se ha perdido el final del partido! Los adanistas que piensan que están inventando todo desde que tienen un smartphone en la mano ni imaginan que los memes ya existían en 1968. Al día siguiente del fiasco televisivo, Harry Reasoner, el presentador del programa rival CBS Evening News, anunciaba el resultado del partido: "Heidi se casó con el pastor de cabras ". Frank Reynolds, de ABC Evening News, leía extractos de Heidi mientras se ponían el minuto final cortado…incluso la propia NBC entendió que tanta repercusión podría ser incluso favorable para la cadena, y no dudó en autoparodiarse con un inteligente spot en el que, para anunciar el siguiente partido de los Jets, Namath aparecía con una Heidi sobre sus hombros diciendo: “No tuve la ocasión de verla, pero he odio que fue genial”.
El Heidi Game supuso un cambio radical en los protocolos no sólo de la NBC sino del restos de cadenas, instalándose los conocidos como "Heidi phones", una suerte de teléfonos rojos que impidieran desajustes de esta envergadura. De hecho, tres semanas después del caos de Oakland, el anuncio de un especial de Pinocho llevaba aparejado la advertencia de que le partido que le precedía se vería hasta el final. Siete años después, el estreno de Willy Wonka & the Chocolate Factory, previsto también para las 19.00 de un domingo, se postergó hasta que finalizó la prórroga del Raiders- Redskins, ignorando las airadas llamadas a la cadena de madres enfurecidas con el retraso de 45 minutos de la versión del cuento de Roald Dahl y protagonizado por el hilarante Gene Wilder.
No obstante, la historia tiene estas cosas, y la dolorosa derrota en Oakland fue adecuadamente vengada en siguiente 29 de diciembre, cuando estos enemigos íntimos se volvieron a ver las caras en el Shea Stadium para dilucidar quien viajaba Miami para disputar el III Super Bowl. Y entonces, las 401 yardas de pase a cargo de Lamonica nada pudieron frente a los tres pases de touchdown de Namath, quien condujo a sus compañeros a lo que dos semanas después sería la primera victoria de un equipo de la AFL sobre los todopoderosos Colts de la NFL. Y no sería por que Namath no lo advirtiera…
En fin, imaginen ahora la Opening Night dela NFL del pasado jueves 10 de septiembre, con un proteico Pats-Steelers en el menú, después del largo e inacabable ayuno de la offseason, con el deflegate aún sin deshincharse, Brady recién indultado y el nuevo backfield acerero listo para la trilla. Ahora conectan o programan sus televisiones, y en vez de Big Ben o el pérfido Belichick aparece el Orioles-Yankees del día anterior y a continuación una reposición del Fertiberia Puerto Sagunto- Global Caja C. Encantada de la liga ASOBAL…pues eso.