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Un quarterback que dejó la NFL para hacerse agente del FBI

Si hablamos de un jugador que terminó su carrera profesional con 478 intentos de pase, de los cuales completó 223, un 46.7%, para 2.614 yardas, 11 TD y 34 INT, no estamos precisamente ante un miembro del Hall of Fame, sino más bien todo lo contrario, del “Hall of Shame”. Davey O’Brien, el jugador que acumuló esos números en sus dos años como profesional tuvo una trayectoria heroica, mas en alguien que apenas medía 1.70 metros y pesaba 68 kilos.

Davey O’Brien fue un atleta excepcional, triunfó en casi todas las disciplinas deportivas en las que jugaba, pero se decidió por el football, en concreto por la Texas Christian University, donde jugaba de HB/QB un tal Sammy Baugh. Cuando éste se pasó al profesionalismo Davey O’Brien ocupó su puesto. En su primer año como titular ganó el Campeonato Nacional, gesta que repetiría en su segundo año a lo que añadió a título individual, el Heismann Trophy, el Maxwell Award y el Walter Camp Award, la conocida como “Triple Corona”. En 1955 se creó el Davey O’Brien Award, trofeo que premia al mejor QB de la NCAA.

Davey O’Brien fue elegido en 4º lugar absoluto del draft de 1938 por los Philadelphia Eagles, con los que firmó un contrato de 12.000 $ por dos años, un importe casi desconocido para la época. El pequeño QB no tardó tiempo en demostrar su calidad, fue el primer QB que llegó a completar 21 pases consecutivos y en su primer año pasó para 1.324 yardas, batiendo el récord para un novato que estaba en posesión de su ex compañero Sammy Baugh.

En 1940 los números de O´Brien mejoraron, lideró la liga en porcentaje de pases e intentos, algo meritorio en unos tiempos donde el football consistía básicamente en correr y defender. Sin embargo el QB había tomado una decisión, iba a abandonar el football profesional, pese a estar él excelentemente pagado, para empezar una carrera como agente del FBI. Los Philadelphia Eagles le ofrecieron un nuevo contrato con fuertes subidas salariales, pero ni aún así pudieron convencer a O´Brien, su decisión de entrar a trabajar para la agencia de seguridad era irrevocable.

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El 1 de diciembre de 1940 unos desahuciados Philadelphia Eagles cerraban la temporada ante los Washington Redskins en el abarrotado Washington Griffith Stadium. Los segundos se jugaban la primera plaza de la Division Este, lo que les daba paso a la final de la NFL. Los Eagles no se jugaban nada, con un record de 1 victoria y 9 derrotas, el partido era la despedida de una nefasta temporada, y de paso la despedida de Davey O´Brien.

Todos esperaban era una fácil victoria de los capitalinos, pero el pequeño QB tenía otros planes muy diferentes. Los Eagles eran conscientes de una cosa, su equipo era físicamente muy inferior a los Redskins, les superaban en peso y tamaño en las trincheras, y contaban con el mejor jugador de la época, Sammy Baugh, un HF/B que había revolucionado la NFL con sus pases. Pero aquel día los Skins no iban a jugar al pase, su tremendo poderío físico invitaba a jugar corriendo.

Ante la tremenda superioridad en las trincheras de los Redskins, entonces los mismos jugadores estaban en el campo tanto en ataque como en defensa, Davey O´Brien tomó la determinación de jugar de la única forma que los Eagles tenían alguna ligera opción, pasando la pelota por el aire. Los 25.8338 espectadores que asistían al campo vieron ese día algo que nunca antes se había visto, un equipo renunciaba al juego de carrera para centrarse casi exclusivamente en el juego de pase. En el primer tiempo Davey ´Brien había completado 11 pases para 112 yardas, cifras inéditas entonces, pero lo mejor estaba aún por llegar.

La superioridad física de los Redskins obligó al pequeño QB a jugar en posición de shotgun, pero en lugar de colocarse unas 4 a 5 yardas detrás del center, se tenía que colocar entre 15 y 20 yardas, era la única forma que tenía O´Brien de poder visionar el campo y evitar que los defensas se le echaran encima. Cuando el QB no encontraba un receptor abierto, salía él en carrera, O´Brien aquella tarde lideró a su equipo también en carreras. En el tercer tiempo lideró sendos drives de 68 yardas en 12 jugadas y 66 yardas en 5 jugadas que acabaron sin anotación.

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Los jugadores de los Redskins sentían incluso lástima por el QB, lo llegaron a levantar varias veces después de un placaje. Davey O´Brien estaba allí solo en medio, plantado, lanzando pases a doquier y cuando no pasaba, era él mismo quien salía corriendo. A pesar de la superioridad de los Redskins, estos no conseguían abrir brecha en el marcador, el partido estaba 13-0 en su favor cuando O´Brien dirigió un magistral drive de 97 yardas en 15 jugadas que acabó en TD con un pase de 13 yardas a Frank Emmons. Los Eagles fallaron el EP y dejaron el marcador en 13-6.

Davey O´Brien aún tuvo tiempos de dirigir un drive hundido en su propio campo tras un punt magistral de Sammy Baugh. Fue avanzando hasta llegar a la yarda 33, los Eagles tenían la posibilidad de empatar con el festival aéreo de su QB. Sin embargo la defensa de los Redskins esta vez sí pudo parar al QB, le lanzaron hasta 7 hombres a la presión.

Faltando 17 segundos, y muy alejados de la zona de anotación, Bert Bell decidió que su jugador había tenido mas que suficiente, había estado en el campo 59 minutos y 43 segundos, mandó reemplazarlo. Mientras Davey O´Brien se dirigía a la banda con su uniforme completamente embarrado todo el estadio se puso en pie para darle una enorme ovación. De camino a la banda recibió también la felicitación de varios jugadores de los Redskins, la casta y bravura de aquel pequeño jugador les dejó impresionados. Davey O´Brien terminó aquel día con 316 yardas de pase, completo 33 pases de los 60 pases que intentó, y anotó un TD. Esos números hoy nos pueden parecer pedestres, pero el record de 60 intentos de pases no se superó hasta 27 años después cuando un tal Joe Namath lo pudo igualar.