NFC OESTE DESDE DENTRO
Rodney Gunter, el rookie que quiere ser el próximo J.J. Watt
La historia de un chico que no lo tuvo nada fácil para llegar a la NFL pero que ahora sueña con cotas muy altas.
Alrededor de un mes antes del draft, el general manager de los Cardinals, Steve Keim, estaba en su oficina, hablando por teléfono, cuando notó a alguien paseando fuera de su puerta. Era Terry McDonough, vicepresidente del equipo de personal de jugadores. Como no podía esperar más irrumpió en la oficina: "Vino echando espuma por la boca, diciendo que sólo necesitaba diez minutos de mi tiempo", recuerda Keim. "Puso en mi mesa una cinta de este chico llamado Rodney Gunter. Terry lleva haciendo esto por mucho tiempo (empezó su carrera con los Barcelona Dragons en 1990 y luego trabajó para Bill Belichick en Cleveland y Ozzie Newsome en Baltimore), y en mi opinión es uno de los mejores evaluadores de talento de la NFL. Me dijo: "Steve, no he visto a un hombre que pueda hacer esto en una pequeña universidad desde Leon Lett y Michael Strahan."
Gunter no había sido siquiera invitado a la scouting combine pero su cotización se estaba disparando en los “draft boards” de los equipos. Abrumaba a los scouts con su tamaño (6 pies 5 pulgadas, 305 libras) y su velocidad (4.8 segundos en las 40 yardas el día de su “pro day”).
Para echar un vistazo extra en persona, Arizona envió al entrenador de línea defensiva, Brentson Buckner, al instituto de Gunter en la diminuta Haines City (del estado de Florida) para realizarle un pequeño entrenamiento privado. Buckner quedó impresionado con el pundonor del chico.
Los Cardinals estaban tan convencidos de que podía conseguir un robo con la selección de Gunter que negociaron para subir en la cuarta ronda con el objetivo de ir por él. Intercambiaron picks de cuarta ronda con los Browns además de enviar una selección de sexta y séptima a Cleveland para tomar a Gunter con el número 116 global, convirtiéndose en el pick más alto del draft proveniente de la universidad de Delaware State desde que los 49ers seleccionaran al receptor John Taylor con el pick 76 en 1986. El precedente no puede ser mejor pues Taylor fue parte importante de tres títulos de San Francisco durante sus diez temporadas en el equipo.
Para añadir más morbo al asunto Arizona saltó justo una elección por delante de los niners para hacerse con los servicios del jugador. Al parecer, los “espías” de los Cardinals avisaban que Trent Baalke estaba listo para escribir su nombre en la tarjeta. En su defecto, San Francisco llamó al TE Blake Bell en el puesto 117, otro pick completamente inesperado.
Gunter todavía está un poco sorprendido de encontrarse en la NFL. Teniendo en cuenta sus antecedentes parece casi imposible que haya llegado hasta aquí. Después de todo, sólo jugó al football en el instituto la temporada de senior. No pudo participar durante sus primeros tres años en Haines City High puesto que al ser el mayor de tres hijos de una madre soltera, tuvo que ponerse a trabajar para ayudar a mantener a la familia.
Lavó platos y sirvió mesas en una residencia treinta y dos horas a la semana, con la esperanza de volver algún día a los terrenos de juego. Y bien que lo hizo, liderando a Delaware State en sacks en cada uno de sus tres últimos años. Ahora que ha cumplido su sueño de llegar a la NFL tiene claro lo primero que piensa hacer: comprar una casa para su madre.
Pese a tomar una ruta poco ortodoxa para llegar a la liga, a Gunter no le falta confianza. El día en que fue drafteado dijo a los periodistas de Arizona: "podría ser el próximo JJ Watt." Queda mucho para eso. Lo primero que tendrá que conseguir es formar parte del roster final de los Cardinals, una tarea nada fácil teniendo en cuenta los jugadores de línea defensiva que tiene por delante. En cualquier caso, estaremos atentos a su trayectoria.