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FÚTBOL SALA

Un equipo todo corazón

El Uruguay gana al Jumilla en una semana marcada por la detención de su expresidente, acusado de robar dinero para discapacitados.

Santa Cruz de Tenerife
El Uruguay gana al Jumilla en una semana marcada por la detención de su expresidente, acusado de robar dinero para discapacitados.
Manoj Daswani

El Uruguay Tenerife ganó al Jumilla (7-12) en una semana donde hubo más lágrimas que goles. Y ya es decir. Esta es la historia de un partido de fútbol sala pero también la de un drama escrito con renglones torcidos. Hasta el punto de que el futuro del club está en el aire. Las líneas que vienen a continuación podrían servir para un guion cinematógrafico. Pero son testimonio fiel de lo ocurrido estos días. Reales, pues, como la vida misma.

Solo hace ocho días, el que era presidente del equipo, Andrés Pedreira, fue detenido en su domicilio. Se le imputan dos delitos: malversación de fondos públicos y falsificación documental. Según él mismo habría admitido, metió la mano en la caja de Sinpromi (la empresa de promoción para personas discapacitadas del Cabildo de Tenerife) y solo reconoció sus culpas cuando descubrieron sus mañas. Además, tal y como consta en la denuncia, habría falsificado seis cheques a favor del Uruguay por valor de más de 80.000 euros.

La noticia cayó hace una semana como un martillazo en el alma del Uruguay, equipo que en poco tiempo había crecido de forma insólita hasta figurar en la parrilla de salida de la Primera División tras un brillante ascenso, conquistado en Santa Cruz el 1 de junio. La detención de su expresidente –dimitió el lunes de forma irrevocable- sembró un sinfín de dudas. Entre ellas, una que se ha repetido hasta la extenuación. Entonces, si el conjunto chicharrero se pudo haber financiado con fondos ilícitos... ¿era mentira el Uruguay? Y la respuesta es que no. El sudor de los futbolistas, el seguimiento de los medios de comunicación, el cariño de sus miles de aficionados, el trabajo honesto de su entrenador era real. Absolutamente. La mentira era la que tejió su presidente, que hizo creer a todos que su actividad era legal y su hoja de servicios, una tarjeta inmaculada. Su testimonio ante la Policía revela lo contrario.

Sea como fuere, y llegados a este punto, los jugadores celestes merecen un monumento. Al amor propio, al coraje, a la perseverancia… Nadie sabe bien de dónde sacaron las fuerzas para doblegar al Jumilla y, lo que es más importante, combatir a la pesadumbre y al desánimo. Juntos triunfaron en el partido más importante de sus vidas. No son solo tres puntos, es haber conquistado la dignidad. Nadie duda de su integridad. Ellos eran una víctima más de Pedreira, ahora en libertad con cargos.

El triunfo tranquiliza, si bien no garantiza la continuidad del Uruguay. Bien se la merecen estos buenos tipos. El capitán Pablo González, que el miércoles se derrumbó entre lágrimas en la rueda de prensa más triste de su vida; el canterano Ayose Suárez, un ejemplo de tesón; el talentoso Jesús Murga, firmante este sábado de cuatro goles; el artillero Carlos Corvo, un fuera de serie; el portero Iago Barro, un prodigio bajo palos que esta vez siguió el partido por la radio; el fenomenal Lolo Suazo, que también marcó; Luis Jara, otro crack… Jugadores que son deportistas excepcionales pero también profesionales de acero. Tenerife, orgullosa, presume de equipo y su nombre fue 'trending topic' en la tarde de este sábado. El club va mucho más allá de la truculenta historia de su expresidente; este equipo es una familia, el orgullo de muchos, el equipo representativo de una multitud… El Uruguay es todo corazón.