VELA
Cinco barcos buscan el récord en la Nueva York-Barcelona
Es una de las navegaciones transoceánicas más peligrosas, porque hay un riesgo elevado de encontrarse con icebergs a causa del deshielo.
Cinco embarcaciones de la clase IMOCA Open 60 (18,30 metros de eslora), con dos patrones cada una y representando a cuatro naciones han iniciado este domingo en aguas de Nueva York la segunda edición de la regata Nueva York-Barcelona, con un recorrido de Oeste a Este de 3.720 millas náuticas (6.890 km), cruzando el Atlántico Norte hacia Gibraltar y desde allí por el Mediterráneo hasta Barcelona.
Las embarcaciones han abandonado sus amarres en la Marina de North Cove, al sur de Manhattan, para trasladarse a la línea de salida, situada frente a la referida marina. Las cinco embarcaciones participantes de esta edición son Gaes (España) con los españoles Anna Corbella y Gerard Marín; Hugo Boss (Gran Bretaña), con Pepe Ribes y el estadounidense Ryan Breymaier; Neutrogena (España), con Guillermo Altadill y el chileno José Muñoz; Safran, con Marc Guillemot y Morgan Lagravière y Spirit of Hungary (Hungría) con los húngaros Nandor Fa y Marcell Goszleth.
Los tripulantes de comunicación a bordo son: el vigués Enrique Cameselle (Gaes) y el estadounidense-español Andy Soriano (Neutrogena).
El cañonazo de aviso lo dio Michael Fortenbaugh, comodoro del Manhattan Yacht Club y la cuenta atrás la ha realizado Sir Keith Mills, presidente de Ocean Masters, empresa organizadora del evento, y la bandera de salida la ha bajado Maite Fandos, Teniente de Alcalde del Ayuntamiento de Barcelona y presidente de la Fundació per la Navegació Oceánica de Barcelona (FNOB).
Un viento suave de Noreste de unos 8 nudos y una temperatura de 23 grados han acompañado a los competidores. Tras la salida las embarcaciones han realizado un recorrido barlovento-sotavento (entre boyas) de unos 8 kilómetros volviendo hacia la línea de salida poniendo rumbo sur hacia la estatua de la Libertad que han dejado por estribor (a su derecha) y han seguido hasta el puente de Verrazano donde han abandonado el estuario del río Hudson para virar hacia el Este al llegar al mítico faro de Ambrose Light.
A partir de ese punto los competidores tratarán de batir el actual récord de la prueba:12 días, 6 horas, 3 minutos y 48 segundos, establecido por los españoles Alex Pella y Pepe Ribes, junto al estadounidense Stan Schreyer, a bordo del IMOCA Open 60 'Estrella Damm', el 20 de abril de 2010.
Un aspecto importante del recorrido es la puerta de seguridad de hielo. Normalmente, la ruta más corta de Nueva York a Gibraltar lleva a los barcos hasta la latitud de Terranova (45º Norte), pero el cambio climático está provocando un deshielo avanzado del Ártico y una gran cantidad de icebergs están a la deriva, empujados por la corriente de Labrador hasta latitudes más bajas de lo habitual, llegando a una latitud de 41º Norte.
Para no poner en peligro a los participantes, los directores de regata Jacques Caräes y Guillaume Ervard han incluido esta puerta de seguridad del hielo para minimizar riesgos, delimitada por el paralelo 40º Norte, entre los meridianos 51º y 47º Oeste, con una anchura de unos 350 kilómetros y que las embarcaciones no podrán sobrepasar hacia el Norte.
Tras salir del puerto, los competidores están intentando alcanzar una borrasca situada al Este de Nueva York y aquí ya empezarán las opciones tácticas.
Pese a que el inicio de la regata ha sido lento, las previsiones anuncian que el anticiclón de las Azores podría estar más al sur de lo habitual, lo que permitiría a la flota navegar hacia Gibraltar siguiendo una ruta más directa y con vientos más favorables, y por tanto más rápida de lo habitual.
La Nueva York-Barcelona es una de las pruebas más extremas de la navegación transoceánica ya que los participantes deberán moverse entre las latitudes 35º y 40º del Atlántico Norte y evitar en estos momentos los numerosos icebergs.
Altadill analiza la regata
El navegante barcelonés Guillermo Altadill, patrón del Neutrogena, ha comentado al respecto: "Creo que tal como esperamos no llegaremos nunca a la zona de exclusión. Vamos a intentar navegar entre las latitudes 30º-35º Norte ya que al entrar en mar abierto tras la salida vamos a encontrar vientos del Norte-Noreste de 20 a 30 nudos (38 a 55 Km/h.) y tras la primera jornada rolar' (cambiará de dirección) al Sur, pero mantendrá su intensidad".
Ha añadido que "posteriormente volverá al Norte y supongo que bajará algo. Nosotros creemos que la clave estará en salir rápido de las costas de Estados Unidos para aprovechar mejor los frentes que tendremos por delante. Llegar en rumbo directo a Gibraltar será importante y esperamos estar allí el día 12 de junio".
Tras pasar el estrecho a los competidores les esperan 525 millas (972 km) en remontada por las costas mediterráneas españolas hasta Barcelona. Altadill ha indicado que: "Ahí puede pasar de todo y llegar agrupados podría representar una lotería al final".