Año negro para Rory McIlroy: sin títulos y sin Wozniacki

En 2012 McIlroy era el golfista de moda: cuatro títulos (más la Ryder), llegó a liderar el ránking mundial, acumuló unas ganancias de 8.047.952 dólares y fue tercero en la FedEx Cup con 2.092 puntos. Reafirmó así su puesto entre los grandes logrado tras su triunfo en el US Open de 2011. Todo iba viento en popa y además paseaba amor con la tenista danesa Caroline Wozniacki por las pistas y campos de todo el mundo, incluso por las redes sociales. Y se rumorea que precisamente una foto colgada por la tenista en twitter, en la que muestra al norirlandés durmiendo plácidamente, ha sido la causante de la ruptura entre golfista y tenista, aunque la danesa mantiene en su foto de perfil a Rory.

Y como las desgracias nunca vienen solas, esta ruptura es una muesca más en el año negro por el que atraviesa el norirlandés: no ha ganado un torneo en 2013 (desde 2009 no cierra un año en blanco), ha caído hasta el sexto puesto del ránking mundial, en la FedEx Cup es 49º con 777 puntos y sus ganancias han descendido hasta 1.802.443 dólares.

Y a los dólares se apuntan como los causantes de la caída en el rendimiento de McIlroy, ya que ha cambiado su marca habitual de palos (Titleist) para firmar con Nike por unos 100 millones en cinco años. Él, por su parte, niega que su nuevo material tenga ese efecto: “Eso no tiene nada que ver con mi rendimiento. Y mi vida privada es privada y me gustaría que siguiera así”, zanjó McIlroy antes de iniciar su participación en un torneo en Seúl.