LIGA DE FÚTBOL SALA (3ª JORNADA)

El Inter-Barça deparó polémica, espectáculo y un empate (2-2)

Los locales fueron mejores en la primera mitad (2-0), pero el Barça remontó y empató en la segunda (2-2). En un final con polémica arbitral, el marcador ya no se movió.

CHEMA DÍAZ

Vibrante partido el que jugaron Inter y Barça en Alcalá de Henares. Un encuentro que acabó en tablas (2-2) pero que tuvo goles, ocasiones, emoción y polémica. Al final, empate que deja al Inter líder, con la sensación de que puede competir con los azulgrana, y a los culés con el alivio de lograr un punto en un choque que parecía tener perdido en la primera mitad.

Era un partido importante para el Inter, más que nada por la moral que le daría ganar al fin al Barça, algo casi imposible en las últimas temporadas. Así se notó en las gradas, repletas (se quedó gente fuera), y en la actitud de los jugadores, encendidos desde el principio. Y para guinda, primer tanto del Inter a los dos minutos. Ricardinho, el fichaje que tanta expectación ha creado en Alcalá, le ponía un balón a Rafael para que rompiera la defensa culé y batiera a Sedano.

El golpe dejó aturdido al Barça, que encajó otro en el minuto cuatro. Un error defensivo permitió a Ortiz plantarse ante Sedano y superarle. A los locales se les ponía todo de cara. Y aunque la entrada de Torras y Lin mejoró a los azulgrana, sus acometidas no tuvieron el resultado esperado, chocando continuamente ante Luis Amado (veterano, pero impone como antaño) y el poste, como en el caso de Igor. Batería, en los locales, también estrelló un balón en el poste que pudo aumentar la ventaja antes del descanso.

La segunda mitad arrancó menos eléctrica, con ataques estáticos que favorecían al Barça, más ordenado. Así, una mala salida de balón del Inter permitió una contra del Barça que culminó Fernandao en el 2-1. Un gol que metía miedo, y con razón, porque poco después Wilde ponía la igualada en una jugada calcada.

Todo volvía a empezar (2-2) y quedaban diez minutos de infarto donde hubo de todo. Ocasiones para cada equipo, mucha tensión… y polémica. Porque un balonazo que pareció involuntario de Rafael a Sergio Lozano desembocó en una mala reacción de este empujando a un jugador de Inter al suelo. La tangana posterior acabó sin sanción a Lozano y con la segunda amarilla a Batería, lo que dejó a los locales con un jugador menos y encendió a un público indignado.

Ahí le tocó a los locales tirar de agallas para aguantar los dos minutos en inferioridad, algo que lograron para firmar unas tablas justas tras dar, ambos conjuntos, un grandísimo espectáculo. Un punto para cada uno y todos amigos.

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