VOLEIBOL

Regresan a prisión los imputados por el asesinato de Visser

Los tres imputados fueron citados a declarar en Molina de Segura y el juez ha dictaminado que regresen a la prisión murciana de Sangonera de la Verde.

Israel SánchezEFE

Los tres detenidos como presuntos autores del crimen que acabó con las vidas de la jugadora de voleibol Ingrid Visser y de su pareja, Lodewijk Severein, han abandonado minutos antes de las 14:00 horas, en un furgón policial, los juzgados de Molina de Segura con destino a la prisión murciana de Sangonera la Verde.

Juan Cuenca, exgerente del club en el que militó la exdeportista holandesa y considerado como presunto organizador del crimen, ha sido citado a declarar, junto a los dos rumanos imputados, por el titular del juzgado de instrucción número 5 de Molina de Segura, que ha asumido la investigación del caso al haberse probado que fue en ese municipio donde se cometieron los hechos.

Según fuentes cercanas a la investigación, los detenidos llegaron a Molina de Segura minutos antes de las diez de la mañana y, tras permanecer durante una hora aproximada en dependencias policiales de esa localidad, fueron conducidos al juzgado en dos coches de la Policía Nacional.

Los detenidos, que han estado en la sede judicial asistidos por sus abogados, salieron cerca de las dos de la tarde en un furgón policial con destino a la prisión de Sangonera la Verde, donde están ingresados desde su traslado de Valencia, ciudad en la que fueron detenidos y puestos a disposición judicial.

El juzgado de instrucción valenciano que ordenó prisión provisional, sin fianza, para los tres acusados se inhibió días después en favor del titular del juzgado número 7 de Murcia, que hace unos días hizo lo mismo con el número 5 de Molina de Segura. Según fuentes judiciales, la citación de hoy tenía como finalidad que Juan Cuenca y los dos rumanos presuntos autores materiales de los hechos se ratifiquen o no en lo que declararon cuando fueron detenidos en Valencia.

Los tres fueron conducidos recientemente desde la prisión al Juzgado de Instrucción de Murcia con la misma finalidad, pero en aquella ocasión todos se acogieron a su derecho a no declarar por haber sido declaradas las diligencias secretas, lo que, en su opinión, les genera indefensión.

El juzgado de instrucción número 5 de Molina de Segura ha asumido la competencia del caso al considerarse acreditado que la muerte -producida por los golpes propinados en la cabeza con un objeto romo, según la autopsia- ocurrió en una casa rural ubicada en aquel municipio, que Cuenca había alquilado unos días antes. Los cadáveres, desmembrados, aparecieron después metidos en bolsas que habían sido enterradas en un huerto de la pedanía murciana de Alquerías.

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