Graeme McDowell vence a Jaidee en la final del Mundial

Precisión, sangre fría y paciencia son algunas de las virtudes que hacen falta para ser un buen golfista en enfrentamientos directos. Y no hay duda que Graeme McDowell las tiene. El norirlandés se impuso haciendo gala de esas tres cualidades a Thongchai Jaidee en la final del Mundial Volvo de match-play, que se celebró en Kavarna (Bulgaria).

El choque decisivo comenzó de cara para el tailandés, brillante durante todo el torneo, que llegó al hoyo 6 por dos arriba. Pero hasta ahí duró la estrella del Asian Tour. A partir de ese momento apareció GMac, con su aspecto de tipo duro del Ulster, que embocaba un birdie en el 7 para ponerse sólo uno abajo. Fue el primer aviso. Luego, unos hoyos de tregua donde McDowell hizo gala de paciencia. Hasta el 12, cuando llegó el ataque final del norirlandés que ganó tres puntos de cuatro en una mezcla de precisión y sangre fría. El Mundial Volvo era suyo (2 y 1) y su leyenda en match-play se hace inmensa. Aunque ya lo era cuando en 2010 dio a Europa la Ryder Cup en Celtic Manor con un putt imposible.

“Estoy muy contento con llevarme este torneo que han ganado Palmer, Nicklaus, Faldo... Ha sido una semana fantástica en un campo de golf magnífico”, decía McDowell, que se colocará primero de la Orden de Mérito Europea y séptimo del ránking mundial. El único español en competición fue Gonzalo Fernández-Castaño, que fue eliminado en octavos a manos del belga Nicolas Colsaerts