Natación | Mundiales de Shanghai

Adiós con otro bronce

La sincro cierra su Mundial con seis medallas (cinco bronces y una plata), la última de ellas en equipo libre. Hervás fue cuarto en 25 km y el waterpolo femenino está KO.

La Edad de Bronce podría ser el título que mejor se adapta a la actuación del equipo español de sincronizada en el Mundial de Shanghai. Las chicas de Anna Tarrés cerraron ayer el campeonato con otro tercer puesto en la rutina de equipo libre -prueba olímpica-, después de estrenar un ejercicio innovador desde el gorro, que simboliza las escamas, hasta la coreografía marina, con figuras originales que mimetizan la vida bajo el agua y acrobacias de altísima dificultad. Cómo no, Rusia (98.620) y China (96.580), esta última con un ejercicio más hermético en lo artístico pero sobresaliente en la ejecución, se colocaron por delante.

El equipo español cierra el Mundial con cinco bronces y una plata. Da un paso atrás con respecto a Roma-09, pero es para coger impulso y para avanzar en los Juegos de Londres, en 2012, y en el Mundial de Barcelona 2013. El eslogan de Anna Tarrés no pudo ser más acertado: "Nos quedamos con la plata en el corazón y con el bronce en el pecho". Tres de las ocho integrantes del equipo eran debutantes, así como Andrea Fuentes en el solo y en el dúo Ona Carbonell. España logró no bajarse del podio pese a su profundo relevo generacional y mantiene la fuerza y el carisma internacional, buenas señales para los Juegos. Además, Andrea ha cubierto el vacío de Gemma Mengual. España tiene una nueva líder para el futuro más reciente.

Hervás, 4º.

La sincro cerró el telón con éxito, pero no pudo hacer lo mismo el waterpolo femenino. China, entrenada por el español Joan Jané, le dio un severo revés (15-6) y ahora las de Miki Oca sólo pueden aspirar a ser novenas. La hazaña de la jornada la protagonizó Kiko Hervás, quien se quedó a dos segundos del bronce en los 25 km de aguas abiertas. Margarita Domínguez terminó octava y Esther Nuñez, decimotercera.

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