ASOBAL | ADEMAR 36 - SAN ANTONIO 27

El Ademar se venga del Amaya Sport San Antonio

Con esta victoria, el equipo de Jordi Ribera, con cinco encuentros invicto, se coloca a tan sólo un punto de la tercera plaza que ocupa el Fraikin Granollers.

Reale Ademar se tomó cumplida venganza del varapalo recibido en la primera vuelta en Pamplona, derrotando por 36-27 a un Amaya Sport San Antonio que, como ocurrió con el anterior visitante, CAI Aragón, llegaba a la cita tras derrotar al vigente campeón de Liga, el Renovalia Ciudad Real. Con esta victoria, el equipo de Jordi Ribera, con cinco encuentros invicto, se coloca a tan sólo un punto de la tercera plaza que ocupa el Fraikin Granollers, quien mañana visita el Palau Blaugrana, y se carga de moral de cara a la vuelta a Europa, donde recibirá el sábado en los cuartos de final de la Copa EHF al campeón, TBV Lemgo alemán.

Los navarros quizá pagaran en exceso el desgaste de dos días antes frente al conjunto manchego, tal y como reconoció al final del choque su técnico, Juan Tomás Apezetxea, y tan sólo fueron capaces de aguantar poco más de cinco minutos. Ese fue el corto espacio de tiempo donde pudo aprovechar las pérdidas ademaristas para lograr su única ventaja con varios contragolpes (1-3, minuto 5), que se diluyó como un azucarillo en cuanto empezó a carburar la "máquina" leonesa.

Un parcial de 4-0 fue el aperitivo de uno más insultante de 11-2 en diez minutos, con una exhibición defensiva, pero sobre todo de fluidez en ataque, capitalizado por la visión de juego de Mikel Aguirrezabalaga -letal también con sus lanzamientos- y Denis Buntic, dando pases de gol a ambos extremos, Krivoschlykov y Stranovsky, que volvió por sus fueros.

Si faltaba algo para que el partido no quedara ya decantado al descanso, la expulsión del exguardameta ademarista Radivoje Ristanovic -vital en el enfrentamiento de la primera vuelta- por una acción antideportiva en un contragolpe sobre Martin Stranovsky, acabó por dejar todo encarrilado para los locales que al descanso mandaban (19-13), después de disfrutar de rentas de hasta 8 goles.

En la segunda parte, Stranovsky continuó su recital y Guardiola, en el bando contrario, recreándose en el pivote, aunque las diferencias nunca llegaron a bajar de los seis goles, alcanzando la decena -margen por el que venció San Antonio en su pista- en los instantes finales, para llegar al definitivo 36-27.

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