El Arrate consigue asegurar media permanencia

El Arrate se impuso con excesivos apuros a un Alcobendas plagado de jugadores del filial en un encuentro en el que el Arrate se deshizo en la segunda parte y dio esperanzas al rival. La intensidad defensiva del cuadro madrileño en los primeros diez minutos maniató a un ataque eibarrés sin ideas y precipitado en cada acción. Tokic, uno de los que debe asumir la responsabilidad goleadora tras la baja de Rédei, apenas hizo acto de presencia. Solamente, el portero Voncina y el extremo Sergio Cid sostenían al equipo.

El buen trabajo de los de Rafa Guijosa les permitió adelantarse en dos ocasiones en el marcador (3-4, min. 7, y 4-5, min. 9). Pero, curiosamente, con inferioridad numérica local por exclusión de Petricevic, el Arrate despegó en el luminoso, gracias a un parcial de 4-0 y logrando la máxima ventaja de siete goles (16-9) al descanso.

Tras la reanudación, con el viento a favor, el conjunto eibarrés entró en un bucle de errores no forzados que desquiciaron a su entrenador y asustaron a los espectadores, incrédulos por el recorte de ventaja de Alcobendas. Voncina y Cid seguían manteniendo en el partido al equipo.

En las filas madrileñas, con hasta nueve jugadores del filial, creyeron en la posibilidad de puntuar en cancha ajena y tiraron de valentía adolescente para situarse a tres goles (22-19) del cuadro de Julián Ruiz en el minuto 48. Y todo después de endosarle al Arrate un parcial 0-4, anotando dos de los goles en inferioridad numérica.

Esa situación agarrotó aún más el brazo de los jugadores blanquiazules de primera línea, que alternaban pérdidas sonrojantes con pases a los extremos por miedo a penetrar. A falta de cinco minutos para el final, el Arrate, sin creérselo, contaba con cuatro goles de renta; sin embargo, ese margen lentamente se fue esfumando como consecuencia del último empuje de orgullo del Alcobendas, que firmó un parcial 1-4. A escasos segundos para la bocina, Tejón cerró el marcador de un choque en el que el Alcobendas mereció puntuar.