Juanín y Saric rompen la racha del Ciudad Real

La racha más espectacular de la Liga española se quebró ayer en el Palau: Saric, un portero que trajo el Ciudad Real a España y nunca llegó a militar en las filas manchegas, y Juanín García se conjuraron para que el Barça recuperase las tardes del gloria ante un Ciudad Real que había ganado allí los dos dos últimos años.

Saric paró balones increibles, sacó pies y manos como si fuesen aspas de molino, y ante él, Cañellas, Kallman y Lazarov se dejaron más de media docena de tantos fáciles. Y si eso hizo el portero, el extremo sumó 12 tantos de 13 lanzamientos. ¡Extraordinario!

Con eso no contaba el Ciudad Real de las 67 victorias, porque controló a los lanzadores de la primera línea (Rutenka, Nagy, Romero), pero recibió más de la cuenta de donde no se pensaba.

Puede quejarse el Ciudad Real de la venda arbitral en los seis metros, que cuando excluyó por segunda vez a Noddesbo (10-6, y lo acusó el Barça) se olvidó de lo que le hizo la defensa local a Aguinagalde. Ayer no se señalaron penaltis por defensa interior, y hubo, sí, unos cuantos. Pero los hubiese detenido Saric.

Fue la tarde en la que el Barcelona tuvo ante sí no ya la ocasión de dar un golpe en la mesa con ese liderato en solitario y en su condición de invicto, sino la oportunidad de sentenciar la Liga. Pero tres goles no garantizan que en el Quijote Arena sean suficientes, y allí se decidirá el título porque el resto está muy lejos de ellos.