Aguinagalde va tras los pasos de Rolando Uríos

No estuvo en el Mundial de Croacia (2009), en el fracaso de la España de Valero, pero desde entonces Julen Aguinagalde es uno de los fijos de la Selección. En el Ademar atacaba y defendía, y este año, en el Ciudad Real y sólo en ataque, este pivote de Irún se ha convertido en la revelación de la Liga. Le ha permitido al equipo manchego jugar como en los tiempos de Rolando Uríos. "Con Roly no hay comparación posible; ha sido el mejor del mundo", señala el vasco, al que la crítica ha destacado su mejoría: "Llegué a un equipo cuyo estilo es el que mejor va con mi juego. Se apoya en el pivote y yo tengo que sacar exclusiones, penaltis, goles. Siempre algo positivo".

Se ha apuntado la Liga perfecta: 30 victorias en 30 partidos, pero Julen no está contento: "Dos títulos, pero el Ciudad Real no ha llegado a las expectativas que el club se había marcado. No sólo en la Champions; en la Copa del Rey, de la Asobal, y en la Supercopa: queríamos ganarlo todo"

Respecto a su rol en la Selección y en el Ciudad Real considera que "tanto Valero como Dujsebaev son muy exigentes: uno se preocupa más por tu aportación, y otro por el sentido táctico". Y tiene la sensación que está en manos de dos grandes entrenadores.

Iba para futbolista en Irún pero... "Mi físico no era para el fútbol; y como seguía a mi hermano Gurutz (ahora portero del La Rioja), me aficioné al balonmano; él y yo somos muy parecidos, aunque como juega con pantalón largo no se le ven las tremenda piernas que tiene; de cintura para arriba, está más chupado". Lo que no dice Julen es que Gurutz pasa por ser un estupendo cocinero.