Atletismo | Un fuerte rival para Bolt
Tyson Gay: "Puedo bajar de 9.69 y vencer a Bolt"
Tyson Gay (Lexington, Kentucky, EE UU, 9-8-1982) es el segundo hombre más rápido de todos los tiempos en 100 metros, con unos imponentes 9.69. Gay, triple campeón mundial en Osaka 2007, sólo cede ante el fenomenal Usain Bolt. Tyson recibió a AS en su residencia de Florida.
El sol es una maldita bola de fuego húmedo sobre el tartán desnudo del National Training Center (NTC) de Clermont, Florida, a unos 40 minutos del centro de Orlando por las pistas de la Florida Turnpike. En la piscina de ese NTC ha cubierto miles de millas un tal Michael Phelps.
Y en el desierto de goma calcinada, el entrenador Lance Brauman, superviviente de la prisión federal de Texarkana, alecciona a un muscular grupo de velocistas relucientes, bruñidos como coches de alta competición. Las chicas: Shalonda Solomon, Kelly Baptiste. Los chicos: Steve Mullings, quinto en la final de 200 del Mundial de Berlín (19.98)... y Tyson Gay, triple campeón mundial de 100, 200 y relevos 4x100 metros en el Mundial de Osaka 2007. Gay es el segundo hombre más rápido de todos los tiempos en 100 metros con 9.69, el 20-9-2009 en Shanghai. ¿El segundo... con esa marca? Bueno, el primero hizo 9.58: Usain Bolt.
"No sentí que ese día de Shanghai fuera mi mejor carrera. Fui bastante descuidado, no salí demasiado bien y acababa de llover, aunque había dos metros de viento a favor. Pero la pista era dura y no sentí un tiempo como de 9.69. Por eso pienso que, claramente, puedo mejorar esa marca. No es mi límite, desde luego", analiza Tyson Gay, entre idas y venidas de la pista a la camilla de masajes y a las entrañas del NTC, repletas de pesas y máquinas. Tyson intenta afinarse y afilarse tras una racha de molestias en la zona isquiotibial que le han apartado de la gala de la Diamond League en Nueva York, el pasado sábado 12. Antes, el 19 de mayo, Gay marcó 19.41 en una carrera de 200 en recta, en Manchester, superando un ancestral y pintoresco récord mundial de unos de sus ídolos: Tommie Smith, el campeón olímpico del black power en la final de 200 de 1968, en los Juegos de México.
Con frecuencia, Gay ha sido comparado no ya con el mismo Smith, sino nada menos que con Jesse Owens. Pero Tyson tiene los pies muy sobre el suelo, pequeños pies de gran velocista: un número 41 en unas zapatillas de clavos que lanzan la aceleración descargada por los 82 kilogramos de Tyson, que admite medir 1,81 de altura. "Tommie Smith siempre ha sido una fuente de inspiración para mí, como un modelo: por muchas cosas. Hay gente que compara mi forma de correr con la de Owens y, honestamente, sí pienso que nos parecemos algo en el estilo. Pero soy humilde, quiero ser la misma persona cada día. Y para estar contento conmigo mismo, debo decir que no me veo ni siquiera cerca de ser capaz de hacer lo que hizo Jesse. Mi idea de persona pasa por olvidarme de los elogios fáciles", piensa Tyson en voz alta.
Sistema nervioso.
Según Brauman, "el sistema nervioso central de Tyson fluye más constantemente que el de Bolt; eso se demuestra con sus marcas en 400. Bolt posee mayor arsenal de fuerza explosiva, pero le dura menos". Numéricamente, es cierto: en la vuelta a la pista, Gay tiene la séptima mejor marca de 2010, con 44.89. Eso le convierte en el único atleta que ha bajado en todos los tiempos de 10.00 en 100, de 20.00 en 200 y de 45.00 en 400. Esta última barrera no la ha superado Bolt. Por el momento...
"Usain y yo no mantenemos una relación habitual, no nos mandamos mensajes y cosas. Nos vemos en las reuniones, en la pista, nos saludamos y ya está. En mi imaginación, tras las veces que nos hemos enfrentado, yo veo a Usain como una sombra alta, grande y rápida. ¿Rivalidad? Ojalá la hubiese, pero no puede llamarse así cuando siempre gana uno", examina un realista Gay, antes de fijar sus objetivos. "Usain me ha hecho ser mejor cada vez que corro contra él. Pero ahora tengo que ser aún mejor si quiero ser el número uno. Para eso me entreno. Si para ser el número uno hay que ganar a Bolt, yo aún lo creo posible. La llegada de Usain, su aparición en la gran escena ha cambiado los límites. O los ha destrozado. Ahora, ya no hay esos límites. Yo no me los pongo".
Probablemente, Bolt y Gay volverán a saludarse antes de una carrera de 100 metros sobre la pista de Bruselas, el próximo 27 de agosto. Curiosamente, ambos comparten visitas al mismo médico, Hans-Wilheln Müller-Wöhlfahrt el célebre gurú de Múnich, de atletas famosos, del Bayern y de la selección alemana de fútbol.
Mientras, Tyson sigue afilando sus clavos en el desierto rojizo de Clermont, a las órdenes de Lance Brauman, cuyo regreso desde las tinieblas carcelarias de Texarkana significó el apartamiento de Jon Drummond como técnico de Gay. El fisioterapeuta Michael Stroh siguió a Gay desde Arkansas. Vigilante, Stroh monta su camilla a pie de pista. A diario.
Tyson Gay se está construyendo una nueva residencia en Clermont, aunque pasa tiempo con sus familiares, en Fayetteville, Arkansas, y en su ciudad natal, Lexington, Kentucky, cerca de Fort Knox. Junto a la árida pista de Clermont, Gay se alimenta de sandwiches de pollo y de sopa de brécoles
Hasta los 14 años, la gran motivación de Tyson Gay era su hermana Tiffany. La familia Gay aguijoneaba al joven Tyson haciéndole correr con la rapidísima Tiffany: que llegaba a batirle. Ahora, Tyson tiene una hija en Arkansas: "Trinity Gay. Tiene nueve años y ya corre", dice Tyson, feliz, cuando escribe el nombre de la niña. ¿Competirá algún día Trinity Gay contra una sombra, alta, grande y rápida, la hija de Usain Bolt...?