El Alcobendas da otro paso hacia la salvación

El Alcobendas hizo valer el factor cancha frente a un rival directo por la salvación, el Lábaro Toledo, y venció 35-27 en un partido que dominó desde mediada la primera mitad y se asegura prácticamente la permanencia al situarse a siete puntos del descenso, dos más que su rival de hoy.

El conjunto toledano saltó a la pista más centrado que el equipo madrileño, y se hizo con el mando del encuentro durante los primeros compases con tres goles en los cuatro primeros minutos que dieron la sensación de estar ante un oponente mucho más entero.

Según avanzaba el partido el Alcobendas retomó su mejor juego y consiguió remontar el marcador pasado el minuto diez (7-5), después de tres goles en contraataques materializados por Milos Pesic, Maki González y Matías Vink, que aprovecharon unos instantes de relajación defensiva del conjunto dirigido por el lituano Miglius Astrauskas.

A partir de ese momento el Toledo sólo empezó a inquietar en acciones de su pivote Pedro Fuentes, y de sus extremos Javier Fernández y Tomas Eitutis, que fueron los responsables de llevar el peso ofensivo del equipo durante todo el encuentro buscando la meta de Rade Mijatovic.

A falta de diez minutos para el descanso la salida a cancha de Daisuke Miyazaki refrescó el ataque de los madrileños, que empezaron a hilvanar jugadas ante las que el Toledo no pudo poner freno salvo con algunas paradas de Egidijus Petkevicius, con lo que se fue al descanso con ventaja de tres goles en el marcador (17-14).

En la segunda parte el Toledo volvió a salir más fuerte que el Alcobendas y en un par de minutos redujo la ventaja a sólo un tanto, aunque esta situación sería un espejismo de lo que vendría después, ya que el Alcobendas se marcharía en el marcador anotando un parcial de seis cero (23-16).

Con ese resultado los madrileños no supieron controlar el ritmo del choque y cometieron varios errores en defensa que permitieron reaccionar al conjunto visitante hasta reducir la ventaja a cuatro goles, aunque de nuevo la irrupción en pista de Miyazaki revolucionó el ataque del Alcobendas, que alcanzó su ventaja máxima del partido en el minuto cuarenta y ocho (29-22).

El último tramo del partido se desarrolló bajo un ambiente muy caldeado por parte de las dos aficiones que no se mostraron contentas con la actuación arbitral, en un partido de rivalidad absoluta que el Toledo se resignó a perder y dejo que el Alcobendas se marchara en el marcador consiguiendo una merecida victoria por 35-27.