Pevafersa pagó su mal inicio y, a pesar de reaccionar, no pudo con el Barça

El Pevafersa pagó el mal inicio de partido y, aunque supo reaccionar, con un impresionante Svensson en la portería y una gran defensa, no pudo someter a un Barcelona que nunca estuvo por detrás en el marcador y que hizo valer su calidad y experiencia. Los catalanes salieron mucho más centrados que los vallisoletanos, sobre todo en la faceta defensiva, donde mostraron una gran intensidad, que impidió al cuadro local marcar más de dos goles en los primeros once minutos, mientras que el Barça era capaz de anotar desde todas las distancias.

Con el 2-6 en el marcador, el técnico del Pevafersa, Juan Carlos Pastor, solicitó el primer tiempo muerto para reorganizar a sus jugadores y, de paso, intentar frenar el empuje visitante, pero el Barcelona se mostró implacable y, en el minuto 20, ya había adquirido una más que contundente ventaja de nueve goles (5-14).

En el Pevafersa no funcionaba ni la defensa, ni el juego estático en ataque, ya que se cometieron numerosas pérdidas de balón, fallos garrafales en los lanzamientos -diez en 22 minutos-, y la presencia del pivote y los extremos fue meramente testimonial, por lo que el Barça llegó a obtener una máxima de diez goles (5-15).

Pero el Pevafersa reaccionó y, merced a un aumento en la presión defensiva y el acierto de Tvedten y Milosavljevic, redujo las diferencias hasta los seis goles (9-15), lo que trajo consigo un tiempo muerto de Xavi Pascual, aunque los locales habían despertado, con un gran Svensson, y se situaron a tres tantos (12-15), antes de que Rutenka y Noddesbo marcaran antes del descanso (12-17).

Los vallisoletanos habían encontrado la fórmula para frenar al Barcelona mediante una intensa defensa y, de nuevo con un inconmensurable Svensson en la portería, y un eficaz Rentero desde el extremo, lograron empatar (20-20) en el minuto 31, dando lugar a un equilibrio de fuerzas entre ambos equipos.

Los colegiados pitaron tres exclusiones al Pevafersa prácticamente consecutivas, lo que aprovechó el Barça para adquirir un colchón de dos goles (28-30), haciendo gala de su calidad y de la experiencia de jugadores como Juanín García, que no perdonó y dio confianza a su equipo para lograr la victoria (30-33).