Phelps: cinco oros en el Mundial de los récords

Es de otro planeta, y por eso sigue siendo el mejor, quizás el más grande nadador de todos los tiempos. Michael Phelps, de los pocos que no ha nadado con una bañador cien por cien de poliuretano en este Mundial, concluyó con éxito su campaña romana, a la que había acudido sin estar a tope y con un programa reducido en relación a Pekín '08.

El ocho veces campeón olímpico en la capital china intuyó que acudía a una emboscada en el Foro Itálico, pero ha salido bien librado a bordo de su LZR Speedo (50% poliuretano), un bañador descatalogado en relación a los Jaked o Arena de última generación. Su botín: cinco oros y una plata. Ganó sus dos mariposas (memorable hectómetro ante Cavic y nuestro Muñoz) y los tres relevos, y sólo cayó en los 200 libre. Por el camino perdió varios récords, pero al final dejó muchas cosas en su sitio: que el talento y la clase están por encima de los bañadores mágicos. Ayer, cerró el Mundial con una portentosa posta en el relevo de estilos nadando su tramo de mariposa en 49.72 y poniendo al cuarteto USA por delante, para sellar el oro con nuevo tope mundial: 3:27.28. Un oro que permitió a su país acabar con once y por delante de China en el medallero final.

"No importa el bañador o la talla", dijo Phelps en Roma. Habrá que verlo a partir de 2010, cuando la alocada FINA ha decidido que se vuelva al bañador básicamente textil. Habrá que ver lo que ocurre con la tabla de plusmarcas, porque en Roma '09 se han roto nada menos que 43 de ellas, más que nunca en la historia.

Aschwin, casi.

Esta última jornada tenía interés para España porque dos nadadores optaban a podio en sus respectivas finales. Al final no hubo tal, porque Aschwin Wildeboer se quedó un poco corto en la llegada de los 50 espalda y perdió otro bronce. Lo peor para él es que, en el 4x100 estilos, el alemán Helge Meeuw (52.27) le arrebató su tope europeo (52.38) del hectómetro. De cualquier manera, gran Mundial de Wildeboer, nuestro único finalista en Pekín '08.

Quien no pudo cumplir con las expectativas fue Marco Rivera, séptimo en la final de 1.500 libre (como en 800) con 15:01.92, lejos del podio y del 14:57.47 de la eliminatoria, que le convirtió en el primer español por debajo de 15'.