Rugby | VI Naciones
Irlanda o el Dragón
Gales e Irlanda disputan el título del VI Naciones 2009. Pero Irlanda se juega mucho más. Hace 61 años que ganó su único Grand Slam. Ésta será la última oportunidad para una de las mejores generaciones de jugadores irlandeses: O'Driscoll, O'Gara, Hayes, O'Connell...
Desde hace 61 años generaciones de irlandeses han crecido oyendo contar La Historia. A mí me la contaron al recaudo de una pinta en Kilkenny... La noche que Belfast se quedó sin cerveza. El capitán de la selección, Brian O'Driscoll, ha tenido el honor de escucharla de boca de un protagonista, Jackie Kyle, el Dios del Norte, quien le ha pedido ver a Irlanda ganar otro Grand Slam antes de irse.
A orillas del río Liffey, en el puerto de Dublín durante el gélido invierno de 1948, arranca la epopeya más grande que jamás conoció el rugby irlandés. Una gesta que ha sobrevivido a muchos de sus protagonistas. Veinte jóvenes llegados desde los lugares más recónditos de Irlanda, de la que muchos nunca habían salido, embarcaron en un ferry sin saber que iniciaban un viaje del que regresarían convertidos en héroes. En aquel barco iban Paddy Reid, Jack Daly, Michael O'Flanagan, Jackie Kyle, Jim McCarthy, Karl Mullen... Al llegar a Holyhead se subieron en el vagón de tercera clase de un tren que les llevó a la populosa Victoria Station de Londres, donde cogieron otro rumbo a los muelles de Dover. Allí tomaron el ferry que cruza el Canal de la Mancha hasta Calais y un tercer tren para recorrer los 300 kilómetros que les separaban de París. La Francia de Mister Rugby, el genial Jean Prat, les esperaba. Pero aquellos irlandeses no habían recorrido tantas millas para perder. Se conjuraron para conquistar el legendario estadio de Colombes con Kyle al mando. Días después repitieron la hazaña en Twickenham. Más tarde doblegaron en Dublín a Escocia y finalmente, el 13 de marzo de 1948, a Gales en las afueras de Belfast. Cuentan que aquella noche Daly, Reid y O'Brien dejaron Belfast sin cerveza.
Batalla celta.
Hoy sus nietos deben cerrar el círculo. Es el último tren para los hombres de O. Y lo saben. O'Driscoll lucirá los galones de Mullen, aquel Capitán Fantástico; Daly, el Tornado Verde, se reencarnará en O'Connell, gigante al que toda Irlanda confiaría su vida, y O'Gara heredará el papel protagonista de Kyle. Enfrente, como en 1948, Gales. Un ejército acorde a la magnitud de la batalla, la más grande del universo celta. Los Elefantes de Munster contra los Osos galeses. Las Panteras de Leinster ante las Gacelas de Swansea. El set-piece será devastador: ¡Los que van a morir te saludan! O'Connell se las verá con Alun Wyn Jones arriba. Y las piernas de O'Gara y Stephen Jones serán, parafraseando una cita célebre del rugby irlandés, "más importantes que las de Marlene Dietrich para la industria del cine".
Sólo el rugby une a las dos Irlandas. Por eso hoy invadirán Cardiff. Lo harán bajo la bandera de las cuatro provincias y entonando el Ireland Call mientras recuerdan la gesta de Kyle y compañía aquel 13 de marzo en Belfast. A diferencia de esa ocasión, esta vez será en Cardiff, la Guarida del Dragón, aunque como dice el refranero irlandés: "No importa quién está delante tuya, importa quién tienes detrás".