"Eso era penalti y roja; un Ushiro-nage muy claro"

Alejandro Blanco era un desconocido para el común de los mortales en 2004. Pero su nombre saltó a los medios de comunicación por una cuestión futbolística. Por aquel entonces, dirigía la Federación Española de Judo y sacó a la luz una palabra que ya forma parte del imaginario del fútbol en cualquier lance que se produce dentro del área: Ushiro-nage. Ayer lo recordó: "Yo venía de un Campeonato de Europa cuando me llamó Juan Mora (subdirector de AS). Me mandó unas fotos urgentemente para que las viera y yo, sin haber presenciado el partido, lo tuve claro: 'penalti y roja, expulsión'. Cogimos a dos judocas y, en la Federación, reconstruimos la acción de Marchena sobre Raúl. Era un Ushiro-nage, una proyección que se realiza en judo". "Eso os dio prestigio, ¿eh?", recordó ayer mientras ojeaba el tomo del periódico con la crónica de ese partido.

Curiosamente, AS fue el único medio que, desde un principio, consideró también esa acción que sancionó Tristante Oliva a indicaciones de su linier como penalti. Muchos se echaron encima y el victimismo tradicional cundió entre valencianistas y otros equipos. Era el minuto 93 del partido y el Ushiro-nage significó el 1-1 final en el Santiago Bernabéu después de que Figo convirtiese la pena máxima.

Desde la publicación en AS de la información en la que Blanco reafirmaba la tesis de este diario, fue requerido por multitud de televisiones y otros medios. El Ushiro-nage, "un control y una proyección hacia atrás" salía de los tatamis para meterse en los terrenos de juego. Ferrándiz, sagaz, dice que el Ushiro-nage fue "el trampolín de Blanco" al COE.

El presidente, que no oculta su madridismo ("en el COE hay de todo, pero intentamos reconvertirlos") sólo espera que en próximo clásico del Camp Nou no tenga que rescatar los tratados de llaves de judo.