Golf | Open de Madrid
Los europeos de la Ryder golpean en Madrid
Con Tiger Woods tumbado hoy como un humano más en su vuelta al Mundial Match Play, el trío formado por Harrington, Clarke y Olazábal, europeos de la Copa Ryder que participan en el Abierto de Madrid, sacaron pecho tras la primera ronda en La Moraleja II
El formato match play (por hoyos) bajó a la tierra en Wentworth (Inglaterra) a Tiger y también a su compatriota Jim Furyk (segundo del mundo).
En el ''medal play'' (por golpes) de Madrid, el irlandés Padraig Harrinton hizo 5 bajo par (67 golpes), el norirlandés Darren Clarke reapareció tras la muerte de su esposa en agosto con 4 abajo (68) y Olazábal, aunque con lagunas, firmó una menos del par (71).
Todo lo que ocurra a una semana de la Ryder en el K Club de Dublín será tenido en cuenta, y el trío citado, que acapara la atención en Madrid, puso el listón de las comparaciones muy elevado.
"Supongo que el capitán (Ian Woosnam) es lo que quiere ver. Que los tres juguemos bien", comentó el irlandés tras su excelente primera vuelta.
No obstante, el mejor en el estreno madrileño fue el francés Jean Francois Lucquin, con 65 golpes, y empatados en la segunda plaza, a un golpe, se situaron el surafricano Darren Fichardt y el onubense Miguel Angel Martín.
Lucquin no pasa de ser un modesto golfista del circuito (es el número 86 de la Orden de Mérito), pero atravesó hoy los cuatro pares cinco con sendos "birdies". La Moraleja II es, ahora, un campo corto. No lo fue en 1997, cuando albergó un Open de España, pero en la actualidad un buen ''drive'' y un manejo adecuado de los hierros cortos huelen a gloria.
Así, con los pares cinco de La Moraleja reconvertidos, en la práctica, en pares cuatro largos, y éstos asimismo accesibles con un "wedge" en las manos, el juego se redujo a llevar la bola con el ''driver'' a las calles y, desde cerca, ser certero con los hierros.
Esta fue la clave de la primera jornada y lo será hasta el domingo en este recorrido, cuya defensa reside tan sólo en el "rough" irregular, en ocasiones espeso, y en sus pequeños "greens".
El argentino Ricardo González, un excelente ''pegador'', hizo lo mismo. Aprovechó todos los pares cinco y se situó a dos golpes del líder, junto a Harrington, el inglés Poulter, el escocés Gary Orr y el sueco Backstrom.
En el polo opuesto, Olazábal y Miguel Angel Jiménez derrocharon golpes por el campo. El primero sin dominar el ''driver'' y el andaluz estrellado en los pares cinco.
El malagueño Jiménez, pese a terminar con uno bajo par, no logró "birdie" alguno en los hoyos largos, mientras que Olazábal tiró la vuelta en dos hoyos consecutivos -sendos dobles ''bogeys''- del tramo final.
Agua en un par 3 y un fuera de límites en el siguiente ''tee'' arruinaron su vuelta. Desde el pasado 6 de febrero, en la segunda ronda del FBR Open, Olazábal no cometía semejante secuencia
negativa.
"El ''driver'' ha sido un suplicio. Desde el verano eran los hierros los que me estaban dando problemas. Pero hoy los problemas los he tenido desde el ''tee''", comentó Olazábal a una semana de participar en la Copa Ryder.