El aussie que vengó la muerte del Tiburón

Geoff Ogilvy ya tiene un US Open de golf. Su domingo recordó a otro, muy lejano. Fue en 1984, en el mismo campo de Winged Foot y también en un US Open; el australiano Greg Norman pateaba desde 15 metros para forzar un playoff ante Fuzzy Zoeller. El Tiburón Blanco embocó la bola, el mundo enloqueció y luego perdió el desempate, como era natural... Veintidós años después, Ogilvy (Adelaida, 1977) vengó la derrota de su "ídolo de juventud", ahí mismo, en Winged, pero medio escondido entre las taquillas de los jugadores, porque Geoff ganó su primer Grande por derecho, pero también por dejadez de funciones de sus dos rivales, Phil Mickelson y Colin Montgomerie, dos eternos que jugaron su 18 como dos aficionados.

Antes de que Ogilvy firmara un par en el 18, normal (+5), el escocés Monty había echado a perder su renta de un golpe. Pegó un hierro 8 espantoso de segundo golpe ("¿pero qué golpe es éste?", le cazó la televisión tras el impacto). Luego tripateó lamentablemente para un doble bogey y +6 en total. Adiós a un sueño que seguramente jamás pueda alcanzar por primera vez.

Por detrás, con un golpe de ventaja, llegaba Mickelson, camino de su tercer Grande seguido. Mandó su salida a la izquierda, contra el público, quiso pasar por donde no podía, su tercer golpe se hundió huevo frito en el bunker... El desastre no le sirvió ni para forzar el desempate, echando al traste todas sus esperanzas de ser una alternativa a Woods. A Tiger no le hubiera pasado esto. Y entonces, las cámaras enfocaron al australiano sonriente, excelente golfista que nunca podrá jugar la Ryder, sucesor de Norman, surfista en sus ratos libres... ¡Qué angustioso final!