Traicionar la confianza de los demás

Queda apenas una semana para la salida, que será el próximo 2 de enero, de la segunda etapa de la Volvo Ocean Race entre Ciudad del Cabo y Melbourne. Para el equipo Movistar, el único que ostenta la bandera española en su pabellón y que regresa después de su avería, esta segunda etapa puede marcar su futuro en la prueba. Todos sus integrantes, tanto su equipo de tierra como su tripulación, se han entregado en los últimos días para intentar demostrar que pueden ser el primer ganador de nuestro país que inscriba su nombre en el palmarés de la misma. Pero desde el comienzo de esta edición el equipo ha recibido críticas al respecto de la composición de su tripulación, de la fiabilidad de la embarcación y de otros determinados temas. Lo grave de esto es que las críticas han venido exclusivamente de tripulantes españoles enrolados en otros equipos. Pedro Campos, director del Movistar las ha calificado como vergonzosas.

La verdad es que no le falta razón porque, y respecto a las nacionalidades de los tripulantes del resto de equipos, ¿cuántos tripulantes suecos hay en el Ericcson, y holandeses en el ABN Amro I? Cada proyecto tiene sus propios criterios y actúa como se cree más conveniente. Puede que se puedan criticar algunas cosas pero nunca ampararse en comentarios privados o confidencias muy personales, que lo único que pueden hacer es perjudicar a los que confiaban en la persona a quienes los hacían.