Ni con Juan Carlos Ferrero a bordo el Desafío Español 2007 pudo vencer al que hasta ahora es su bestia negra en las regatas previas de la Copa del América: el Victory Challenge. En el segundo enfrentamiento del día del equipo español en match-race (barco contra barco), la embarcación sueca derrotó, y ya van tres, al Iberdrola, al mando del polaco Karol Jablonski, que está pidiendo su relevo a gritos. Fue un triste final de jornada, que se abrió con una derrota, ya esperada, con el vigente campeón de la Copa del América, el Alinghi­ suizo, que suma 25 victorias consecutivas en la competición de barco contra barco.

Después del éxito de Malmoe­, donde al sindicato español sólo se le pudo recriminar la falta de acierto en las salidas, el comienzo en Trapani ha sido decepcionante. Si bien dominó en la salida frente al Alinghi, se falló ante el Victory en la maniobra, perdiendo la ventaja inicial lograda ante los nórdicos.

La derrota ante el Victory debe hacer reflexionar seriamente a Luis Doreste, director deportivo del Desafío Español. Respetamos su decisión de mantener a Jablonski en los 24 match-race que se han disputado hasta ahora; incluso que lo siga manteniendo en las salidas, pero tanto el propio Doreste como Santi López Vázquez o Laureano Wizner son patrones de sobra capacitados para llevar el Iberdrola en el resto de manga. Ceder ante el Alinghi por 50 segundos en una manga de 11,2 millas náuticas es normal. El barco suizo, ocho veces campeón del mundo de match­-race y con una velocidad endiablada en ceñida (con viento en contra) es casi imbatible. Pero perder por 55 segundos ante los suecos exige reflexión.

El barco tripulado por Magnus Holmberg superó en la salida al de Jablonski por un segundo. En un principio era la embarcación española la que mandaba, pero un cambio de dirección del viento, pasó de sur a sureste, fue aprovechado por el Victory, que pasó la primera boya ya con 45 segundos de ventaja sobre el Iberdrola. Un paseo para los suecos.