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Bácaro y Wilde suben la apuesta de ElPozo de Duda

Para club es el año cero después de Lenisio.

ElPozo es uno de los grandes. Pero vive frustrado por perder tres finales seguidas. Además, ha sufrido perplejo el episodio protagonizado por Lenisio y Balo, que han dejado el club dando un portazo. Pero su grandeza reside en que ha sabido maniobrar con diligencia para situar a otros dos peones de categoría en su lugar. Por un lado Vinicius Bácaro, el Beckham del fútbol sala, el Mario Cipollini del ciclismo: tercer mejor jugador del Mundial de Taiwán como italiano, aunque de cuna brasileña. Y, por el otro, Wilde, la revelación no esperada del año pasado en el MRA Gvtarra que nos sedujo a todos.

Duda es un técnico ambicioso, enemigo de la improvisación, que lo mide todo y que sacará provecho táctico al nuevo proyecto. No tener a Lenisio es tirar la pizarra para crear un nuevo estilo. Duda es capaz de sacarse un conejo táctico de la chistera. Aunque sabe que la garantía de éxito es proporcional a las diferencias de su plantilla con las de Interviú y Polaris, siempre y cuando éstas rindan al máximo. Si no, ElPozo siempre acecha.

Está lejos de aquél equipo que jugó la final de Liga frente a Interviú en la 2001/02, aunque si el club ofrece estabilidad económica puede reflejarse en la cancha y ser un rival equilibrado. Posee jugadores importantes, no muchos, pero de contrastada competitividad. Ha perdido a su goleador, Dani Salgado (Playas) y eso limita su contundencia. En su pabellón es un rival duro, rocoso, decidido aunque el aspecto anímico no es su mejor virtud. Su objetivo debe ser la permanencia y de ahí poder mirar hacia arriba.

Bácaro, talento italobrasileño

La salida de Lenisio le resta contundencia ofensiva. Además, Balo era el equilibrio para Kike en defensa, aunque el año pasado el hispanobrasileño se perdió la primera parte de la Liga sin que el equipo se resintiera. Álvaro toma el relevo.

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