El calor fue decisivo

La segunda jornada tuvo un protagonista claro, el calor. Es lo que más daño hizo a los ciclistas y provocó que, en un puerto de segunda categoría sin excesiva dureza, se viera una gran batalla. Pudimos ver a corredores importantes como Iban Mayo o Isidro Nozal entregar la cuchara y perder bastante tiempo en la general. Los ciclistas extranjeros también demostraron poca ambición. El final de etapa fue bonito gracias a la actuación de mi paisano, De la Fuente, con una escapada desde lejos pero que se sabía que tenía todas las papeletas para morir. También destacó la labor del Illes Balears, que rompió las hostilidades en el puerto, y pudimos disfrutar de un ciclismo interesante pese al peligroso descenso.

La peligrosidad se vio en las caídas. Me duelen las de gente como Carlos García Quesada o Pablo Lastra, especialmente la de este último. Lastras no sólo es uno de los mejores ciclistas del pelotón, sino que además es una gran persona. Estaba situado perfectamente en el grupo de los elegidos para echar abajo la fuga, a tan sólo 28 segundos, cuando se fue al suelo y ahora espero que no tenga ninguna lesión importante porque la caída fue muy aparatosa. La desgracia parece que se ceba con el ciclista del Illes Balears y a buen seguro, si se recupera, dará el espectáculo al que estamos acostumbrados. En lo que se refiere a la etapa de hoy será idónea para los velocistas, que seguro que no dejan pasar la oportunidad de estrenarse en esta Vuelta.

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