Los F1 de la vela tiemblan

El Acto V de la Louis Vuitton Cup comenzó ayer con la presencia ante la prensa de los jefes de los doce sindicatos (la Formula 1 de la vela por velocidad y tecnología). Todos coincidieron en que las regatas de este acto van a ser un espectáculo grandioso y que el máximo peligro existente son los golpes que se puedan dar unos a otros al intentar lograr la mejor posición.

"Será una regata grandiosa, pero nos preocupa que puedan producirse daños. Nosotros sólo tenemos un barco en Valencia, así que si rompemos no podemos traer otro en avión hasta aquí", señaló el jefe del Emirates Team New Zealand, Gran Dalton. Por su parte, el del Victory Challenge, Hugo Stenbeck, apuntó que "nosotros contamos con el barco más vulnerable porque en el caso de que haya daños, el equipo de tierra tendrá que trabajar durante toda la noche para poder arreglarlo. Por este motivo habrá que estar afinados a lo largo de toda la competición".

En las palabras de los dirigentes se notaba la preocupación por este motivo y Agustín Zulueta, director técnico del Desafío Español, bromeó sobre el asunto cuando comentó que "nosotros tenemos tres barcos y si alguien tiene algún problema se lo podemos prestar siempre que compitáis con el nombre de nuestros patrocinadores".

Además, el jefe del sindicato español explicó: "he sentido más presión al comienzo del proyecto y ahora que estamos aquí todo es más cómodo. La presión la recibimos del presidente porque exige estar al máximo nivel".

Más equipos.

Ernesto Bertarelli, dueño del Alinghi, comentó sobre la presencia del Desafío Español que "siempre he dicho que esta Copa necesita un equipo español, esto es muy, muy importante". Además, Bertarelli comentó que hay más equipos que en Auckland porque "es más fácil llegar a Valencia, por eso hay tantos sindicatos europeos. Además, el formato de las preregatas permiten desarrollarse de forma más fuerte".