Este título, un hito del fútbol sala

Apesar de que no haya sido un gran partido, dada la incertidumbre del marcador en la final ante Italia, hemos vibrado toda España porque la Selección de Javier Lozano ha sabido actuar en todo momento, controlando el marcador y el tiempo, y llevando el ritmo del partido a lo largo de los 40 minutos. Este segundo título en cuatro años ratifica el primero, el logrado en Guatemala, lo que representa una proeza muy difícil de conseguir en nuestro deporte, tan competitivo y con muchos candidatos a ganar.Yo viví en primera persona el éxito de Guatemala, y ayer rememoré en la distancia todo aquello. Te pones en la piel de los jugadores que estaban en la pista y te recorre una especie de escalofrío inenarrable: la celebración cuando el árbitro pita el final, los abrazos con los compañeros, el sacrificio de dejar a la familia durante muchos días ha tenido por fin su recompensa. Todo ese esfuerzo ves que ha valido la pena.

Me siento orgulloso de todos ellos por lo bien que han jugado, por cómo se han comportado en la final. No han cometido errores, sino que ha sido un grupo inteligente y serio, que ha saldado viejas cuentas con unos italianos de los que ya se decía que le habían cogido la medida a los nuestros. Pero ayer se veía desde el inicio que Italia se había encontrado con un bloque que estaba dispuesto a ganar este Mundial, que era como una especie de bloque de hormigón muy bien armado y sin fisuras. El juego de conjunto español lo envolvía todo. Como si fueran los mosqueteros de Dumas, todos para uno y uno para todos. Así ganó España.

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Jesús Clavería es portero de Boomerang, campeón del Mundo en Guatelama.