Fútbol sala | Mundial de Taiwán

La actitud de Blatter molesta a la organización

Cambió hasta cuatro veces de restaurante

El presidente de la Federación Internacional de Fútbol (FIFA), Joseph Blatter, abandonó ayer Taiwán con dirección a Liberia donde tenía un compromiso importantísimo para inaugurar el césped de un estadio. Estuvo en la inauguración, pero apenas ha permanecido unos días en Taiwán.

En su corta estancia ha vuelto a mostrar sus manías ante los organizadores de este evento. Le ofrecieron una cena en su honor, y el presidente de la FIFA les obligó a cambiar hasta cuatro veces de restaurante porque no eran totalmente de su agrado.

Pero ahí no quedaría la cosa. La decepción final de los anfitriones llegó tras la cena, cuando Blatter reconoció a sus allegados que no le gustaba la cocina china, algo de lo que se percataron todos los asistentes porque en el cuarto restaurante apenas probó tres platos de un larguísimo menú como es costumbre por estas tierras.

Por otra parte, y volviendo a la actualidad de la Selección española, en el duelo de ayer ante Taiwán se quedaron en la grada Luis Amado, con un pequeño golpe en una mano, y Orol, que está superando un resfriado y que ya jugó el partido ante Ucrania con unas décimas de fiebre.

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