Fútbol sala | Mundial
Brasil y España son las dominadoras del Mundial
Tienen las mejores estadísticas en las cuatro ediciones
El quinto Mundial de la FIFA presenta a Brasil y España como las dos grandes potencias por sus antecedentes en las cuatro anteriores ediciones, en las que han participado 33 países, cifra que en Taiwán se ampliará a 35 con la presencia de dos debutantes: la anfitriona y la República Checa.
En una hipotética clasificación general, Brasil figura como líder al haber disputado 32 partidos de los 32 posibles. España, que ocupa el segundo puesto, se ha perdido cinco partidos, todos del Mundial de 1989, donde quedó apeada en la primera fase. El tercer puesto es para Holanda con un partido menos que España, aunque no ha conseguido billete para Taiwán.
Tres y cuatro derrotas.
Brasil, que ha ganado los tres primeros Mundiales y fue segunda en el último, sólo ha sufrido tres derrotas. La primera, en su debut ante Hungría por 3-2 (6-1-1989), y la segunda, ante Estados Unidos por 5-3 en el mismo Mundial. Desde aquel 11 de enero de 1989 no conocía la derrota hasta que se cruzó con España en la final de Guatemala, once años después, y perdió 4-3 (3-12-2000).
España ha evolucionado con el paso de los Mundiales. Del noveno puesto en Holanda 89 al primero de Guatemala 2000, pasando por el tercero de Hong Kong 92 y el segundo de España 96. Ha perdido cuatro partidos, tres de ellos ante Brasil: 4-1, en 1989; 4-1, en 1992, y 6-4 en 1996. La otra derrota fue 4-2 ante Irán en 1992, de quien luego se vengó en la final de consolación (9-6).
Argentina y Australia también llevan pleno
Argentina y Australia son las otras dos únicas selecciones que, junto a Brasil y España, no se han perdido ninguna edición del Mundial. Los argentinos han tenido actuaciones discretas, pero han evolucionado y se espera que hagan un buen papel en Taiwán. Su mejor resultado fue su séptimo puesto en Hong Kong en 1992. Por su parte, Australia lleva pleno porque no tiene rival en Oceanía, pero ha pasado por el torneo con más pena que gloria, porque sólo ha ganado dos partidos de los doce que ha disputado. Su mejor clasificación fue la undécima en Holanda 1989.