Giner y Jiménez, opciones españolas al triunfo final

Once jugadores en una diferencia de sólo dos golpes garantizan una apasionante jornada final del Open de Madrid. Entre ellos sobresalen dos españoles, Ivo Giner y Miguel Ángel Jiménez. A este último le faltó la chispa necesaria para abordar el liderato. El malagueño entregó una tarjeta de 69 (2 bajo par) y reconoció que el cansancio le empieza a pesar, pero el público está siendo impresionante, y voy a empujar para darles una alegría. De conseguirlo, sería la quinta victoria del año para Jiménez en la que ya es, de largo, la mejor temporada de su carrera.

Ivo Giner, por su parte, con siete bajo par, se metió de lleno en la lucha por el triunfo. El catalán necesita acabar primero o segundo para mantener la tarjeta en 2005, y lo piensa pelear hasta el último hoyo: Sé que hoy será un día durísimo, de tensión y con unos jugadores que van a por todas. Pero bueno, hubiese firmado estar aquí antes de empezar la semana. De ganar en Madrid, Giner conseguiría su primer triunfo del circuito.

Dos líderes.

En lo más alto, el inglés Paul Broadhurst consiguió mantener el liderato obtenido en la ronda del viernes. La suya sería la victoria de la épica. El inglés financió su carrera amateur conduciendo furgonetas y trabajando de jardinero. Entró en el circuito en 1988, llegando a disputar la Ryder Cup de 1991. Se mantuvo varios años a un gran nivel, acumulando cuatro victorias. Una grave lesión en su mano derecha en 2000 le sumió en el ostracismo, aunque la semana pasada en Mallorca acabó séptimo y parece haberse reencontrado con su mejor juego.

Compartiendo el liderato con Broadhurst está el surafricano Darren Fichart, que se ha mantenido entre los tres primeros de la clasificación desde el principio. Quien está casi descartado para el triunfo final es el escocés Colin Montgomerie. Ayer realizó su mejor vuelta del torneo, pero los seis golpes que le separan de la cabeza parecen insalvables.

Así las cosas, resulta inútil realizar pronósticos. Habrá que fijarse, sin embargo, en el francés Jacquelin, que con dos últimas rondas de 64 (catorce bajo par) se ha aupado a la séptima plaza tras comenzar el torneo por encima del par.