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Golf | Ryder Cup (2ª Jornada)

El imbatido García lidera una Europa de notable

Ni la reacción de Woods interrumpe el buen momento europeo

<b>TODO UN LÍDER. </b>Sergio ha tomado el mando del equipo europeo con una actuación impecable.

Aguanta Europa, aguanta. Resiste el Viejo Continente ante el evidente aluvión de juego de unos Estados Unidos que tendrán que bordar el golf en los doce partidos individuales para birlarle la Ryder al equipo capitaneado por Bernhard Langer.

El alemán que regala Rolex para motivar le ha colocado definitivamente el cartel de mejor espada a Sergio García. El castellonense lo jugó todo y siempre sumó. Por la mañana salvó junto a Westwood (pareja igual de compenetrada que la añorada Olazábal-Seve) medio punto ante DiMarco y Jay Haas, un golfista de 50 años que ya está jugando el circuito senior y que coincide con su hijo en el circuito USA. Pues Haas se lo puso difícil a Sergio. Dos birdies rápidos en el primer partido de la mañana... ahí vienen los de rojo (falleros mayores). Sin embargo, poco a poco, los europeos fueron cambiando el aire. Se arreglaron con la dureza de los greens (muy de Augusta) hasta que lograron salvar el cuello en el último hoyo. La Ryder se gana en golpes de genio, y el de García en el 18 fue uno de ellos. Metió un putt largo, mucho, y con una caída espantosa. Tuvo que tirar casi de espaldas al hoyo.

Y para no ocultar información digamos que Tiger Woods ganó al fin, hizo valer su gran poder mediático para cargarse a Clarke y Poulter (suena a jugador menor para tan magna competición). Bueno, deberíamos rectificar y decir que Woods fue el apoyo ideal para Chris Riley (4 birdies), que fue el que llevó el peso, contribuyendo al triunfo matinal de EE.UU (2,5 a 1,5).

Por la tarde, en los foursomes, golpes alternos, es donde más se deben notar (y se notan) los diferentes estados de forma. Volvió Miguel Ángel Jiménez, con la rémora de tener que lidiar junto a Thomas Levet, un gran chico francés que nunca se había visto en una similar. Cometió dos fallos en un par de greens que lo comprometieron todo.

Sergio García prosiguió con sus clases vespertinas aceleradas a Luke Donald. Está muy verde. Es inglés, tiene 26 años y vive en Illinois. No juega el mejor golf del mundo pero podrá presumir de haber sumado puntos compartiendo un dobles con García. El golf es así: seguro que Donald acabará ganando un Grande antes que el Nuestro.