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Vuelta a España | 1ª Etapa

Landis, primer líder

US Postal arrasó y catapultó al escudero de Armstrong

Actualizado a
<b>MÁS TREN AZUL. </b>Los corredores de US Postal, por las calles de León, durante la contrarreloj por equipos disputada ayer.
jesús rubio

No ha hecho sino comenzar la Vuelta a España y ya hay varios corredores que admiten, sin excesivo rubor, que no se encuentran a tope, que ellos han venido a preparar el Mundial de Verona (4 de octubre). Lo dice, entre otros, Astarloa, campeón del mundo español, y también lo confiesa Damiano Cunego, vencedor del último Giro de Italia y uno de los atractivos de la carrera.

Es lógico que Astarloa quiera revalidar el título y es fácil entender que el chico Cunego quiera hacer un buen Mundial en su casa (pese a sus remotas opciones), pero las declaraciones de uno y otro confirman al mismo tiempo la devaluación de la Vuelta a España y la falta de tacto, inteligencia y/o vergüenza torera de algunos ciclistas y sus patrocinadores, que no comprenden que una gran vuelta reparte más fama, dinero y horas de televisión que el incierto campeonato del mundo de fondo en carretera, que una vez lo ganó el letón Vainsteins, les imagino preocupadísimos por su suerte.

Sería de esperar que los ciclistas de prestigio tuvieran el orgullo de no presentarse a una gran carrera si no fuera porque tienen la intención de disputarla, pero como esto no ocurre, tal vez debería ser la organización la que exigiera un compromiso deportivo a los equipos. Cualquier cosa antes de inflar la participación con figuras de paseo que más que un efímero interés generan un duradero descrédito.

Tenía que desahogarme, ustedes disculpen. Quizá me pudo el gris del cielo y la plomiza crono por equipos, sin otro interés que el resultado final, que, todo hay que decirlo, fue muy interesante, pues nos coló a un buen ciclista extranjero en el liderato: Floyd Landis.

Sí, US Postal arrasó en la crono y se vistió de líder (no diré oro) el mejor escudero de Armstrong en el pasado Tour, aquel ciclista al que el jefe rescató de una vida disipada que le llevaba a tomarse doce cafés si estaba a gusto en una terraza (le pasó en Girona). Como el mundo está lleno de terrazas, Lance decidió atarlo corto, darle confianza y convertirlo en su escudero.

Lo que podía ser una buena noticia, pues teniendo héroe (Valverde), sólo nos falta enemigo, se quedó en vana ilusión cuando Bruyneel, su director, aseguró que no piensan en la general sino en ganar etapas. Ya estamos: es irritante esa manía por descartarse de la pelea, es poco deportiva y nada publicitaria, ni psicológica; tal vez el muchacho se siente bien y sueña con intentarlo, recuerden Nozal, déjenlo probarse, a no ser, claro, que también se esté preparando para el Mundial de Verona.

Tras los americanos se clasificó el T-Mobile de Vinokourov y Cadel Evans, a 31 segundos, dato esperanzador, si van en serio. La primera formación española fue el Illes Balears (Mancebo y Menchov), a 56, dos segundos mejor que el Comunidad Valenciana de Valverde y cinco menos que el Phonak (Hamilton y Sevilla). El descalabro de la jornada fue para el Liberty de Manolo Saiz (a 1:28), que terminó la crono como el ejército de Pancho Villa, en completo libertynaje. El peor fue el Euskaltel de Zubeldia, que acabó último y se dejó 2:27. Iban Mayo, en su casa.

No hemos comentado que el presidente Rodríguez Zapatero cortó la cinta de salida y que Astarloa le regaló el maillot de campeón del mundo, lo que no se sabe, dada la fama de la prenda, si es bendición o maldición. Mientras no se la ponga, estará a salvo.

Hoy se disputa la segunda etapa entre León y Burgos, la más larga de la Vuelta, mucha atención al viento y al temporal. De llegar al sprint, se espera un duelo Freire-Petacchi, aunque parece difícil que algún equipo se decida controlar la carrera. Si es así, podría haber fugas de corredores que no preparen el Mundial de Verona, si es que los hay.