Iker ya gana en minutos y es más veces titular

Los buenos tiempos de Cañizares en la portería de España parece que han pasado. Casillas le ha desplazado en titularidades, con una ventaja de 31 a 27 desde sus respectivos debuts. El meta del Valencia ha jugado ya con tres seleccionadores, mientras que el del Real Madrid iniciósu sprint con Camacho y está lanzado con Sáez.

Casillas parece no tener ya competencia con Cañizares. Desde el Mundial de Corea se ha convertido en el portero de referencia de España. Aunque nadie sabe qué hubiera ocurrido de haber jugado en aquél Mundial el titular del Valencia. Se lo impidió un corte en los dedos del pie con un frasco roto de colonia. Algo insólito que abrió la puerta de la titularidad continuada a Casillas, indiscutible hasta el momento actual.

Cañizares vivió sus primeros días de titularidad cuando Zubizarreta se fue tras el Mundial de Francia. Pero enseguida le taponó el paso Molina, que fue la apuesta inicial de Camacho. Por entonces Casillas estaba en las Selecciones inferiores.

Curiosamente, Camacho también creyó después más en Cañizares que en Iker y ahora el técnico lo tiene en el Madrid. Pero Casillas invirtió su suerte a raíz de aquél accidente del valencianista en el hotel de Jerez, días antes de Corea.

Ahora, Cañi tiene más partidos (43) pero menos minutos jugados (2.621), mientras Iker le rebasa imparable con 37 partidos y 2.668 minutos. La rivalidad entre uno y otro es brutal, ya que ambos pasan por ser los mejores del fútbol español: Cañi, campeón de la Liga (portero menos goleado) y de la UEFA; Casillas, con un currículum espectacular a sus 23 años.

11 temporadas frente a 4

Cañizares debutó con la Selección española el 17 de noviembre de 1993, en aquél decisivo partido contra Dinamarca en Sevilla, en el que Zubizarreta fue expulsado. Tenía entonces 23 años y desde entonces ha sido habitual en las listas de la Selección para tres mundiales (Estados Unidos, Francia y Corea, en este caso sin opción a jugar) y tres Eurocopas con la actual. Casillas debutó en un amistoso contra Suecia el 3 de junio de 2000. Su consagración internacional llegó en los angustiosos partidos del Mundial coreano.