España no juega con los mejores

El partido de España contra Andorra ha dejado una montaña de dudas sobre la alineación ideal del equipo nacional. El once de la primera mitad defraudó. Le faltó guión de juego, movilidad y contundencia. Estuvieron rígidos y muy lejos unos de otros. El balón se rifó mucho, tanto en la circulación interior como en el pase largo, siempre precipitado. Raúl asumió la dirección bajando a por el balón y buscando el enlace con los delanteros. Demasiado trabajo para el madridista, perdiendo pegada arriba. Defraudó Etxebe, escaso de llegada.

En definitiva, la España titular indiscutible, según Sáez, tiene lagunas serias de concepto y de pegada. Es sólida, en efecto, equilibrada y rocosa. Pero perdió el pulso con la España suplente. Hay mucho trabajo por delante.

Esquema: El equipo titular es sólido pero poco creativo

Está bien equilibrado el once ideal de Sáez, construido desde atrás. Un equipo competitivo, pero tristón. La defensa no es imprudente, con dos centrales anclados. Puyol, más valiente que Bravo para subir. El problema surge en la medular, donde Baraja no debería ser tan defensivo como Albelda, pues Raúl se verá obligado a correr demasiado para buscar el balón. A la vez, Morientes queda desasistido. En los carriles, Luque flojito, y Etxebe totalmente apagado. El más decepcionante.

Poca circulación

Raúl, chico para todo

Sáez le otorga a Raúl plenos poderes. Pero el capitán anda justo de gasolina y arte. Y se refleja en el equipo, que circula lento, previsible y sin línea maestra. Raúl no vale para todo, debe hacer lo que sabe.

Baraja-Albelda, juntos

Tiene que quitarse el corsé Baraja. Si juega paralelo a Albelda, no habrá profundidad. La Selección adoleció de presencia en las inmediaciones del área. Faltó disparo y presión al rival arriba. Sobró control defensivo.

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Alternativa: El once que Sáez no se atreve a poner

Con un solo retoque, prescindiendo de Baraja, habría sitio para Valerón como canalizador, algo más retrasado que Raúl y, por supuesto, el ariete es Morientes. Albelda y Puyol podrían arreglarse junto a Helguera y César en la zaga. César, por demás, aporta altura y gran remate en los córners. Capdevila sube mejor que Bravo y atrás tiene cobertura suficiente cuando lo haga. Joaquín está más imaginativo que Etxebe, y Vicente no es discutible si anda bien físicamente.

Errores en áreas

Cantada en un córner

Gravísimo síntoma: Andorra burló la defensa de España en un córner y marcó gol. Y eso que Cañi se esmeró en colocar a su defensa, según lo entrenado. El tanto no valió por manos, pero el detalle da mala espina.

El Moro es rematador

El juego deshilvanado de España provocó a veces que Morientes estuviera descolocado en el área. El Moro está ahí para rematar, para que le sirvan balones de gol desde las bandas. No ha de jugar como en Mónaco.

Posesión del balón y mucha llegada arriba

Con Xavi, Xabi Alonso y Valerón, el balón es de España. Y lo distribuye con soltura tanto a las bandas como en diagonales buscando la velocidad de Torres. El juego es más alegre directo, sobre todo cuando Joaquín rompe por la banda. Gabri no le gana a Puyol, pero Capdevila sí le hace dura competencia a Bravo.

Torres, listo

Torres gustó. Se entendió bien con Valerón y los dos pivotes. El canario le dio balones medidos y al Niño sólo le faltó puntería.

Gran Joaquín

Ver encarar a Joaquín es espectacular. Pone en superioridad a su delantera y busca puerta sin miramientos. Pide la titularidad a gritos.