España perdió ayer su cuarta final en un año

Otra pena, y van cuatro seguidas. Cuatro finales perdidas, un río de lágrimas para la cantera española. Primero fue en Portugal, mayo del año pasado. Luego Finlandia, en agosto. Emiratos Árabes, la Sub-20, otra vez. Ayer, España Sub-17 volvió a morir en la orilla cuando había hecho lo más difícil, empatarle a Francia en su casa un partido que perdía desde el segundo 11.

Recuerdo a un hincha del Betis en 1993, partido crucial para ascender a Primera. Un tren cargado con 3.000 verdiblancos se dirigía a Burgos. "Todavía no hemos llegado a El Plantío y ya vamos ganando tres cero, tres cero", decía el tipo. Pues igual. 2-0 ganaba ya la Francia de los 8.000 (menos de los previstos) hinchas gritando "Allez les bleus" y el árbitro maquiavélicamente designado por la UEFA, Zografos, un griego que ya nos la había liado contra los franceses en la primera fase. 2-0 antes de que España llegara a Chateauroux. 2-0. Y el tercero llegó nada más bajarse los españoles del bus. 11 segundos después de que Francia sacara de centro tardó Menez en generar la jugada que convertía el partido en un Tourmalet. 1-0, o 3-0, según como se mire, gol de Constant.

España, como si nada: tenía el balón, lo meneaba, aunque no creaba demasiado peligro. Una andanada de Cristian que Javi García remató fuera; un chut desviado de Cesc, tan bueno como siempre pero menos participativo, y una falta directa del catalán a la cruceta, lo más que se acercó España al gol. Las contras de Francia hacían temblar la zaga española, apuntalada a duras penas por Piqué otro que, como Menez, puede acabar en el United. Piqué fue el que acabó definitivamente con la era del landismo y el vente pa España Pepe cuando remató un córner apoyándose en su 1’93, más grande que un montón de franceses bigardos. Pereira, que tiene 20 centímetros menos, y Capel, de apenas 1’67, habían sido los abanderados de la reacción española y fueron los que pudieron darle el campeonato a España, pero no. Lo tuvo Pereira en dos jugadas que no entraron por poco. Lo tuvo Marc, en un penalti en el que el griego se hizo el sueco. Lo tuvo Capel, pero no. Pasó lo de siempre, cuando jugábamos como nunca, perdimos como siempre. Fue Nasri, de un chutazo que se incrustó en la red en el 78’, cuando ya sólo quedaba tiempo para que Zografos, ese árbitro paniaguado, apenas descontara unos segundos. Lo dicho, una pena, y ya van cuatro seguidas.

El trofeo de máximo goleador del Europeo Sub-17 fue compartido por cuatro futbolistas, todos ellos empatados con tres goles: Marc Pedraza (España), Ben Arfa (Francia), Bruno Gama (Portugal) y Shane Paul (Inglaterra). Todos ellos se llevaron un trofeo que les acredita como pichichis del torneo.

"No merecimos perder y sólo faltó tirar más a puerta. Hubo un penalti a Marc claro. El árbitro debería haber sido más normal, por decir algo. Es la cuarta fi nal que pierdo y es muy doloroso, pero ya es un éxito llegar a las fi nales. Estas derrotas no afectarán a los chavales. Felicito a Francia por su triunfo, me ha encantado su equipo y si tuviera dinero yo fi rmaba ahora mismo a Ben Arfa y Menez".

"Cuando pierdes se te queda cara de tonto. No sé ni cómo explicar que hayamos perdido. Está claro que ellos aprovecharon sus ocasiones y que nosotros tuvimos muy mala suerte. Gozamos de mayor posesión del balón, pero Francia tiene varios futbolistas que marcan la diferencia y lograron la victoria. En otra ocasión, intentaremos ganar una final. Es mi segunda final perdida en nueve meses".