Europeo sub`17 | Francia -España
El hijo de Songoo examina a Cesc
El vástago de Jacques, meta del Depor, es la estrella de la media gala
Alguien dijo que compartir tierra común acaba haciendo que nos parezcamos. Cesc huyó el año pasado de Can Barça, rumbo a Londres, confi ando en que la imagen de la catástrofe azulgrana (un siglo sin ganar nada de nada de nada) no se pegara a la cara o a su prometedor futuro. En el victorioso Arsenal inglés, Cesc se reconoce cada día más como el próximo gran creador del fútbol europeo, un año después de haberlo demostrado en el Mundial de Finlandia, cuando todavía no había abandonado Barcelona.
La confiada sonrisa de Cesc es el escaparate de esa extraña, por segura, España que derrotó 1-0 a la ultradefensiva y corpulenta Turquía en su debut del Europeo. Aunque lo de esta tarde sea muy diferente al orden o la envergadura. Francia, anfi - triona del torneo, suma a su caché futbolístico unas importantes dosis de calidad y potencia, personifi cadas en un jugador de apellido célebre que, al contrario que Cesc, aún permanece en la cantera del Barcelona: Franck Songoo. El hijo de Jacques, que volvió a A Coruña este año para ser tercer portero del Depor, es una de las más fi rmes promesas del Barcelona y el jugador más en forma de esta selección gala: el martes puso colofón a su gran actuación ante Irlanda del Norte con el tercer gol francés, 3-0.
Franck no tiene nada que ver con su padre: centrocampista diestro de largo recorrido, sus dotes técnicas le permiten tomar el centro durante algunas fases de los partidos. Ahí, precisamente, podría chocar con la calidad de Cesc. Ahí se decidirá el Francia-España de esta tarde, en busca de las semifi nales.
El Madrid también le quiso fichar
Franck Songoo, hijo del portero del Depor, llegó al Barcelona con 14 años, después de militar en las categorías inferiores del club gallego. Su fichaje fue un culebrón, pues el Madrid Madrid también disputó su fichaje. De pequeño, su padre intentó inculcarle el gusto por la defensa de los tres palos, pero él prefirió otro camino, porque ser portero "era muy aburrido". Es una de las perlas de la cantera culé.