El deber de saber

Tiene razón el nuevo secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky, cuando en El Larguero del martes manifestaba que una cosa es la opinión que tenía sobre la Federación Española de Fútbol como oyente o lector (me consta que es un asiduo consumidor de prensa deportiva) y otra la que tenga que tenga que formarse, en función de su nuevo cargo, antes de adoptar cualquier decisión sobre esta entidad.

Precisamente es este deber de saber el que muchos achacan a Ángel María Villar para imputarle su responsabilidad en los gravísimos acontecimientos que se están descubriendo. Si como es su obligación, estaba enterado de lo que pasa en su casa, ¿por qué no ha hecho nada? Y si no lo estaba, ¿para qué está? Pero también hay otro noble deber, don Jaime, el de informar.

Y yo le cuento, para que vaya sabiendo, que el artículo 43. c de la Ley del Deporte le faculta a usted para "suspender cautelarmente a los presidentes y directivos de las federaciones inmersos en un expediente disciplinario", como es el caso de la FEF. Y le recuerdo, cuestión que también contribuye al conocimiento, que su partido acusó al PP y a Pilar del Castillo de "no haber hecho nada en este asunto". Sería un gran fallo olvidarse de esto ahora.