En crisis económica y deportiva

La plantilla del Valencia Vijusa va camino de cuatro meses sin cobrar. La desesperación ha llevado a los jugadores a plantearse una huelga que, de momento, han aparcado. "El club nos aseguró ayer que un banco ha aprobado la concesión de un crédito y que mañana cobraremos. En caso contrario, el lunes adoptaríamos medidas de fuerza porque la situación es insostenible", afirma el capitán Tete.

Un crédito de unos 14 millones de pesetas a costa de la subvención del año pasado que tiene que saldar el Ayuntamiento de Valencia, principal culpable de esta situación, sin excusar a unos dirigentes que desde que se fue Miki, el técnico y el encargado de los fichajes, han engordado la nómina dando palos de ciego con contrataciones que no han cristalizado: Pica Pau, Edu, Lonchu y Quintiliano; y el último, el brasileño Chapinha.

Un proyecto ruinoso que sitúa al equipo en la cola de la clasificación y con 6 jugadores del filial, ya que ha traspasado a Fede, Edu y Pica Pau para descargar unas arcas que hacen agua por culpa de una gestión que ha vivido muy por encima de sus verdaderas posibilidades.